“Me da igual lo que pase, yo no me paro, la pierdo (la pelota) y no importa, no hay dios que pueda con nosotros”, pedía Imanol Idiakez durante un ejercicio de fútbol táctico en el entrenamiento matinal de ayer en Abegondo.

El entrenador exigía a sus jugadores que no se quedasen quietos, que no se lamentasen ante una pérdida de balón y que permaneciesen activos. En una tarea de once contra once, con reglas para poder iniciar el ataque, entre las probaturas que ensayaba estaba la que, con matices, puede ser la de esta tarde en el Teresa Herrera. Con Germán Parreño en la portería, línea de cuatro con Paris Adot y Retuerta en las bandas y centro de la zaga para Dani Barcia y Jaime Sánchez.

Por delante, en la medular, Diego Villares, intercambiándose en ocasiones con Brais Val y Kuki, en las alas Davo por la derecha, Yeremay por la izquierda y arriba Martín Ochoa e Iván Barbero. ¿Dónde están los matices en la alineación? Lo explicaba ayer por la mañana Idiakez al ser preguntado por qué once tenía previsto. “Estoy dándole vueltas a ver qué hacemos, el tema físico condiciona. En otras ocasiones era más tarde (el Teresa Herrera) y esas dos semanas de diferencia nos condicionan a nivel físico. Intentaremos ante nuestra gente dar una buena imagen y llevárnoslo, pero teniendo en cuenta las cargas y el momento de la pretemporada”, aclaró el preparador vasco.