Ian Mackay apenas tuvo trabajo en un partido marcado por la doble amarilla a Medrano. “El partido tuvo dos partes distintas, antes y después de la expulsión. La primera fue de tú a tú, sin grandes ocasiones, pero en la segunda supimos jugar contra uno menos y aprovechar nuestras ocasiones”, indicó.
El guardameta dijo que el equipo “no podía pinchar” después de que el Alcorcón cediera el empate con el Ceuta.
Ahora, a por la asignatura pendiente: los partidos a domicilio. “Es evidente que tenemos que mejorar fuera de casa porque necesitamos sacar los tres puntos ya. Nos pondremos la pilas a partir de mañana para intentar sacar los tres puntos en Salamanca”, señaló con la vista puesta en la cita con Unionistas, en la que el Depor estará arropado por su afición.
“Es normal que cuando perdemos, la gente se enfade, pero el lunes está enfadada, el miércoles comprándose entradas, el jueves sacando carnés de Unionistas. Sacar los tres puntos en Salamanca sería un golpe encima de la mesa y después hay que ganar en casa para intentar llegar al liderato”, opinó.