El Cádiz de Paco López recibe mañana en el Nuevo Mirandilla (18.30) al Dépor de Óscar Gilsanz. Dos entrenadores con estilos y contextos diferentes que, sin embargo, se igualan en la búsqueda de la mejor versión de sus respectivos equipos para alejarlos de la zona de descenso. Paco López pone el foco del margen de mejora en el trabajo “sin balón”, mientras que Gilsanz reitera que su deseo es que el Dépor sea capaz de ofrecer un “buen rendimiento en contextos diferentes”.
El técnico betanceiro, que afronta su quinto partido al frente del primer equipo blanquiazul, considera que sigue en el “proceso” añadir sus ideas al trabajo de base realizado por Imanol Idiakez. “Desde el principio he dicho que había que aprovechar lo bueno que hacía el equipo y matizar ciertos aspectos que creía que podía mejorar. Me gustan los equipos que puedan ser capaces de tener un buen rendimiento en contextos diferentes y estamos en ese proceso. Un equipo que sea fiable defensivamente sin perder ni un ápice de la capacidad que tenía y tiene en último tercio. Siendo propositivo, con una tendencia a viajar juntos con balón y llevar la jugada de la mejor manera posible a la parcela ofensiva para mostrar nuestras cualidades en ataque, que son muchas”, afirma el expreparador del Fabril.
El control que pretende obtener Gilsanz en las diferentes facetas del juego contrasta con la filosofía de Paco López, cuyos últimos equipos han tenido un gen kamikaze que invita al intercambio de golpes. Sin embargo, el Cádiz aún no se ha soltado en ataque, salvo por el talento de Ontiveros y Ocampo, y sufre demasiado “sin balón”, como admite el propio técnico valenciano: “Sigo siendo más optimista desde el juego que desde el resultado final. Este equipo está haciendo muchas más cosas con balón de las que hacía, pero sin balón nos sigue faltando. Es donde debemos poner el foco. Mi mensaje es no irnos al resultado final. Para mí es más importante seguir creciendo desde qué estamos haciendo con y sin balón”.
Autocríticos y exigentes con sus respectivos equipos, ambos técnicos se muestran halagadores con su rival. Gilsanz señala que el Cádiz “es un equipo recién descendido, con muchos jugadores que estaban en Primera y con mucha experiencia, que tiene el firme objetivo de volver a Primera. En las últimas semanas en casa ha alternado un juego combinativo con aprovechar los espacios a la espalda del rival. Tiene delanteros con capacidad de desmarque y con posibilidad de hacer daño al espacio y jugadores desequilibrantes en tres cuartos. Es un partido de máxima exigencia, pero si estamos a buen nivel, vamos a ser un rival muy difícil para el Cádiz”.
Asimismo, Paco López también hace hincapié en el talento del Deportivo en ataque. “Nuestra idea es hacernos fuertes en casa. El Dépor es un rival que cambió de entrenador, pero sigue manteniendo unas señas de identidad muy claras que van relacionadas con los jugadores a nivel individual. Tiene jugadores buenos, rápidos y desequilibrantes. Lucas sigue marcando diferencias cuando tiene la pelota”, dice el míster del Cádiz sobre un Lucas al que “le hará ilusión” el reencuentro, según indica Gilsanz.
El técnico del Dépor también analiza el rol híbrido del ‘7’. “Siempre fue un jugador muy definitivo en el desmarque y en el gol. Ahora es capaz de jugar entre líneas y dar muy buenos pases. Tenemos que aprovechar esas dos circunstancias. Cerca del delantero nos va a ayudar a asistir y ser definitivo, y también cuando necesitemos que baje para ayudar en la circulación de balón”.
Por último, los dos técnicos relativizan el alto número de ausencias que tienen y han tenido en las últimas semanas. “Creo son las bajas normales. Si repasas los equipos están igual o peor”, comenta Paco López, que tiene un problema de efectivos en el centro del campo para enfrentarse a un Dépor que poco a poco se recupera de la plaga de bajas.