Óscar Gilsanz valoró el empate cosechado por el Deportivo frente al Zaragoza indicando que "al equipo le falto profundidad y tener más el balón. Además, indicó que no hay miedo por jugar en Riazor.
"Evidententemente cuando te marcan al final del partido es un sabor amargo. En el fútbol, hasta el último minuto puede pasar de todo. El esfuerzo del rival tuvo su premio. Cuando marcamos, no tuvimos la situación que queríamos. Buscábamos tener más control de balón con Mario, pero no fuimos capaces de conectar", explicó.
Sobre los errores defensivos, el técnico blanquiazul indicó que vivían en el borde debido al planteamiento del Zaragoza con cinco defensas.
"Vivíamos al borde del precipicio, si saltábamos a la presión nos hacían mucho daño por el centro, pero si no lo hacíamos nos machacaban a centros laterales. Queríamos hacer una presión que nos permitiese vivir en campo contrario. En la segunda parte, el rival nos hundió con los carrileros y tuvimos oportunidades de contrataque para matar el partido, pero no fuimos capaces de acertar. Nos faltó profundidad y eficacia. Hicimos un esfuerzo importante en la defensa del área, pero no fue suficiente", arguyó.
"Cuando defiendes cerca de tu portería, tienes el riesgo de que tu rival tenga más situaciones de gol. Es una pena porque el equipo, últimamente, estaba bien en esas acciones, pero hoy cometidos algunos errores y eso no puede ser", continuó.
Por último, el betanceiro aseguró que no hay miedo por jugar en Riazor y que si por él fuese, se jugaban todos los partidos en el templo coruñés.
"¿Miedo por jugar en Riazor? No hay miedo por jugar en Riazor. Si puedo elegir, quiero jugar siempre en Riazor porque necesitamos su apoyo para el final del partido. Tenemos que ser capaces de defender. Nos faltó un poco de pausa para tener un poco el balón, generar alguna posesión más larga y acercarnos a portería. No fuimos capaces de tener acierto. Segunda es muy complicada. El Zaragoza es el segundo mejor equipo de la liga fuera de casa. Ellos hicieron algo bien para que nosotros nos tuviésemos que replegar y conceder esos centros", zanjo Óscar Gilsanz.