Lo más destacado del año 2024 en el Fabril ha sido su consolidación en Segunda Federación tras el ascenso desde Tercera y la transición en el banquillo de Óscar Gilsanz, que ha dado el salto al primer equipo, a Manuel Pablo García, que ha promocionado al filial desde el Juvenil A.
El Fabril se curró, y mucho, la permanencia en su primera temporada en Segunda Federación. Fue el equipo que más veces ocupó el temido puesto de playout la pasada campaña y no fue capaz de certificar la salvación hasta la última jornada, en la que tuvo que ganar a domicilio a un Oviedo Vetusta ya descendido.
La pasada no fue una temporada sencilla porque el Fabril tuvo que afrontar y resolver muchos contratiempos. Los más importantes, en forma de jugadores que fueron dando el salto al primer equipo. Primero fueron Mella y Martín Ochoa, con licencia de filial pero en dinámica del Dépor de Imanol Idiakez, pero también Jairo Noriega y, ya en la segunda vuelta, Rubén López e Iano Simao. Estos dos últimos, como Mella y Martín, no volverían a jugar con el filial. Aun así, el filial blanquiazul se sobrepuso a los baches y salvó la categoría.
El buen rendimiento de los jugadores del filial y las apariciones con el primer equipo provocaron que muchos recibiesen propuestas de otros clubes y decidiesen probar en nuevos destinos. Así, el Fabril sufrió una transformación el pasado verano con las salidas de Brais Suárez, Lache, Puerto, Brais Val, Rubén López, Jairo, Diego Gómez, Nájera...
En cambio, ha sabido dar con la tecla para, entre juveniles que han dado el salto y algunos fichajes, seguir compitiendo a buen nivel. El último cambio ha estado en el banquillo. Óscar Gilsanz se marchó al primer equipo y Manuel Pablo subió al Fabril para mantener una buena línea.