Las comparaciones son odiosas y los contextos son diferentes, pero sí que existen ciertas semejanzas entre el partido que medirá al Deportivo este domingo con el Cartagena y el que libró ante el Extremadura, en la temporada 2019-2020 y que perdió por 2-3. Una derrota que hizo mucho daño, en una campaña en la que el Dépor acabaría bajando.
Uno de los puntos en común es la situación límite de ambos equipos en la tabla. Irreversible era la del Extremadura, que cuando llegó a Riazor, con 27 puntos, ya estaba descendido. Había consumado la pérdida de la categoría la anterior jornada, tras haber perdido por la mínima ante el Cádiz en el Francisco de la Hera (0-1).
En el caso de la escuadra que entrena Guillermo Fernández Romo es colista, con 15 puntos, a 21 de la salvación.
Además, los dos equipos arrastran una mala dinámica que justifica su deriva en la tabla. El Cartagena lleva nueve derrotas seguidas, mientras que el Extremadura, entrenado entonces por Manuel Mosquera, contabilizaba 11 jornadas encajando.
Por ese motivo, ya sin nada que perder, afrontaba Mosquera ese partido aquel lejano 12 de julio de 2020, con los estadios vacíos, aún con restricciones por la pandemia de coronavirus, y presentando una convocatoria plagada de canteranos, alguno de ellos incluso en edad juvenil. En la lista figuraba un viejo conocido de la parroquia coruñesa, el exdeportivista Óscar ‘Pinchi’, que acabaría siendo uno de los protagonistas de la contienda.
En el caso del equipo cartagenero también llegará a Riazor fuertemente mermado por las bajas, un total de nueve, debido tanto al parón de selecciones como a cuestiones relacionadas con la enfermería.
Las más significativa es la de su portero Pablo Cuñat, titular en 29 de los 31 partidos ligueros y que fue citado por España sub-21. Además, pierde en la defensa al central Nikola Sipcic, un fijo en el esquema de Romo, y al lateral izquierdo Andrija Vukcevic, ambos convocados con Montenegro. Tampoco estarán dos fichajes de invierno: el mediocentro Pepín Machín y el delantero Rafa Núñez, con compromisos internacionales con Guinea Ecuatorial y la República Dominicana, respectivamente.
Tampoco estará Sergio Guerrero, un fijo en la medular del Efesé, pero que vio décima cartulina amarilla, lo que le obligará a cumplir un partido de sanción. A esto hay que sumar las ausencias de larga duración de Jorge Moreno, ausente desde mediados de febrero, Gastón Valles, que acumula seis encuentros sin jugar, y Luis Muñoz, baja hasta final de curso. Como nota positiva, recuperan a Pedro Alcalá.
Sí hay un aspecto diferente, que es la posición del Deportivo en la clasificación, si comparamos ambos cursos. En la campaña 2019-20 en la jornada 39, antes del choque con el Extremadura, era decimosexto con 48, a tres del descenso, que marcaba el Lugo, con 45.
Tras la disputa de 31 jornadas en este curso, es decimosegundo, con 41, a seis del descenso, que señala el Eldense. No obstante, es importante que los coruñeses alcancen cuanto antes esa ‘barrera’ de los 50 que históricamente casi siempre ha supuesto la permanencia en Segunda. En la 2019-20, los coruñeses vieron cómo el Extremadura les remontaba el partido (2-3), gracias a un doblete de Pinchi y con gol en propia de Mollejo incluido. Una dura derrota que obligó al equipo a seguir remando para conseguir la salvación. Lo intentó, primero, presentando una reclamación por alineación indebida. El Dépor alegó que el Extremadura estuvo veinte segundos con seis jugadores de la primera plantilla dentro del terreno de juego, cuando la norma establece que tienen que ser, como mínimo, siete, por unas molestias de Airam Cabrera, que tuvo que ser atendido. El requerimiento no prosperó y el Dépor bajó ese año, en el contexto del ‘caso Fuenlabrada’. Una derrota de la que aprender y orejas tiesas este domingo.