Experimento fallido en el quinto test veraniego
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Experimento fallido en el quinto test veraniego

Experimento fallido en el quinto test veraniego
Juego pobre y malas sensaciones del Deportivo en el amistoso del pasado martes en El Toralín | RCD

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“Estamos en pretemporada y probando cosas. Esto es un ensayo y error. El entrenador quiere ver cosas y probar sistemas diferentes. Hay que ver con qué sistema está más cómodo el equipo y para eso hay que probar. Es necesario probar para ver qué le viene bien al equipo y qué no”, manifestó Mikel Balenziaga tras el quinto amistoso de la pretemporada, en el que el Depor de Imanol Idiakez sufrió su primera derrota el pasado martes, ante el primer rival de su liga al que se enfrentaba, la Ponferradina.

 

El lateral derecho intermitente


El Depor salió de inicio con una línea defensiva formada por tres centrales, Ximo Navarro, Pablo Vázquez y Balenziaga. En ocasiones, dicha retaguardia se reforzó con la presencia de Diego Villares por la derecha, pero en otras, el cuadro blanquiazul jugó sin lateral y el futbolista vilalbés en el centro del campo. Un extraño sistema 1-3-3-3-1 que fue beneficioso para los bercianos.


El carril derecho del Deportivo se convirtió en un pasillo por el que la Ponferradina hizo un destrozo a los blanquiazules, entrando una y otra vez como un cuchillo, con Ernesto, que campaba a sus anchas hasta que marcó el 1-0 en el minuto 23.

 

Una retaguardia demasiado endeble


Además del daño que generó la escuadra berciana por las bandas, los centrales del Depor se mostraron muy blandos y perdidos. El 1-0 nació de una falta de entendimiento entre Diego Villares y José Ángel en la medular, pero Ernesto, que fue quien les robó la pelota, lanzó la contra y consiguió llegar a la frontal del área sin ningún tipo de oposición por parte de Pablo Vázquez ni Balenziaga, que simplemente miraron mientras el jugador de la ‘Ponfe’ armaba la pierna y chutaba.

 

Atasco en la medular y escasa movilidad


La escuadra coruñesa acumuló jugadores en el centro del campo, con José Ángel, que cuajó su peor actuación de este verano, Villares, descentrado entre los momentos en los que tuvo que jugar más pegado a la banda (que hizo recordar a los malos tiempos de Óscar Cano) e Isi Gómez, que intentaba aportar algo de criterio en la salida de balón. La escasa movilidad del equipo, con Davo también atascado por la derecha y Mella tratando de desequilibrar, pero sin demasiado acierto, provocaron un bloqueo en el Depor, muy fácil de frenar por la Ponferradina.

 

Mella, la única luz, aunque algo escasa


El joven futbolista no brilló, pero trató de romper entre líneas y logró dar algo de profundidad por el costado izquierdo.


El canterano consiguió  hilvanar un par de acciones y llegó a asomarse al balcón del área de la escuadra berciana, pero le faltó precisión y terminó teniendo varias pérdidas. Se apagó en la segunda parte.

 

Faltan hombres de banda como el comer


El pasado 11 de agosto, el Deportivo comunicaba que Víctor Narro rescindía su contrato y tres días después, el futbolista balear firmaba por un rival directo, el Lugo.


En ese momento, pocos entendían que el conjunto coruñés dejara escapar a Narro, precisamente cuando no sobran extremos. El partido contra la Ponferradina confirmó la necesidad de que el club blanquiazul fiche al menos a un jugador de banda antes de que se cierre el mercado.


Davo ha tenido que adaptarse a jugar por la derecha durante la pretemporada, pero no termina de explotar y el equipo cojea por el costado derecho, ya que por la izquierda al menos sí está Yeremay, el más desequilibrante en lo que va de pretemporada.

 

Desesperación de Lucas y Barbero


Sin ninguna movilidad en el centro del campo ni profundidad por las bandas, Lucas Pérez se desesperaba en la mediapunta. El delantero de Monelos, viendo cómo no había forma de que le llegaran balones, tuvo que bajar hasta el centro del campo en varias ocasiones para intentar rascar la pelota. Si Lucas se desesperaba, lo de Barbero ya era para dejar el césped. El delantero almeriense estaba perdido, aislado, solo en su isla. Ningún compañero fue capaz de hacerle llegar un balón cada vez que tiraba un desmarque.


El atacante andaluz apenas recibió un pase de Ximo en el minuto 33 y Barbero consiguió asistir a Davo, pero el asturiano disparó a las nubes. Y en la segunda mitad se ‘pegó’ con los centrales y logró forzar varias faltas.

 

Los dos porteros pudieron hacer más


Ni Germán Parreño, en el 1-0, ni Ian Mackay, en el 2-0, estuvieron demasiado acertados. En el primer gol, Ernesto remató desde la frontal del área. Se trataba de un disparo raso y cruzado, pero al que el guardameta ilicitano debería haber llegado sin problemas.


También falló Mackay en el segundo tanto de la escuadra que dirige el técnico Íñigo Vélez. Markel chutó centrado, el arquero coruñés parecía atajar el esférico, pero se le escapó y terminó dentro de la red.
Malas sensaciones de los deportivistas y un juego muy pobre para sumar la primera derrota y encajar los dos primeros goles en contra.

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