De la enésima decepción a una nueva reconstrucción
lll
17º-23º

De la enésima decepción a una nueva reconstrucción

De la enésima decepción a una nueva reconstrucción
El deportivismo sufrió una nueva desilusión | PEDRO PUIG

Usuario

El Deportivo y el deportivismo, condenados a jugar por cuarta temporada consecutiva fuera del fútbol profesional, intentan digerir la enésima decepción antes de emprender otra reconstrucción con el mismo objetivo que los últimos años, volver a LaLiga. La nueva etapa ha comenzado: Carlos Rosende y Juan Giménez, que compartieron la secretaría técnica, están ya fuera del club.


Desde el descenso de Primera a Segunda División en 2018, el Deportivo no levanta cabeza: un año después, se quedó a las puertas de regresar a la máxima categoría (tenía un 2-0 de ventaja en la eliminatoria con el Mallorca y perdió 3-0 en la vuelta con aquel remate de Pablo Marí en los últimos instantes que se perdió por centímetros), en 2020 descendió a Segunda B en una polémica última jornada (el ‘Fuenlagate’) y ahí, en la tercera categoría, lleva ya tres años y habrá, como mínimo, uno más.


En 2021, ni siquiera pudo luchar por el ascenso (no pasó el primer corte en una temporada atípica por la pandemia que empezó Fernando Vázquez y continuó Rubén de la Barrera), el 11 de junio de 2022 se lo jugó en su estadio y se lo arrebató el Albacete (el Depor ganaba 1-0 a falta de diez minutos y le valía el empate tras la prórroga, pero acabó 1-2 ante el equipo que entrenaba De la Barrera), y exactamente un año después, este domingo, fracasó en Castellón.


El guion del partido fue terrorífico para sus intereses. Defendía en Castalia el 1-0 de la ida, le valía ganar o empatar, pero no podía perder. Un error flagrante del portero, Ian Mackay, en los primeros minutos empezó a poner cuesta arriba la eliminatoria.


Llegó a ir 2-0, se rehízo (2-2), tenía la eliminatoria a su favor, pero encajó el 3-2 antes de cumplirse el tiempo reglamentario con un disparo desde la frontal que tocó en Isi Gómez y superó a Mackay, el Castellón le dio vida al fallar un penalti que cometió el guardameta (expulsado con roja directa) tras ser objeto de falta y, en la prórroga, con diez, el Deportivo llegó a marcar (3-3) y rozar la épica antes de consumarse una nueva tragedia (4-3). Y van...


Fue el enésimo varapalo, en un fin de semana en el que su principal equipo femenino también se quedó a un gol del ascenso (en su caso a la Liga F). Ese golpe propiciará una nueva reestructuración.


El presidente del club, Antonio Couceiro, lo avanzó tras el partido, cuando anunció que en las próximas semanas se tomarán “muchísimas decisiones”, aunque no las concretó. 


La primera, ya es oficial. El Deportivo anunció anoche que Carlos Rosende y Juan Giménez no continuarán en la secretaría técnica que dirigían y a la que se incorporaron en 2021. El coruñés había asumido el cargo con la salida de Richard Barral de la dirección deportiva. El club le promocionó tras haber estado en el área de captación y él fichó a Giménez como ayudante. 


Es el primer cambio en el club tras no lograr el ascenso.  El Deportivo les agradeció “su profesionalidad y trabajo” y les deseó “los mayores éxitos”. 


La figura de Rosende quedó muy tocada con el cese de Óscar Cano. Entonces presentó su dimisión. Sus días en el club estaban contados. Esta temporada tuvo tres inquilinos en el banquillo y cambios bruscos en la plantilla que no subsanaron problemas heredados del curso anterior (centros laterales, fragilidad defensiva, ausencia de un pivote defensivo a demás de Bergantiños...).


Con una versión parecida a la de hace un año (entonces tampoco confirmó a Borja Jiménez), Couceiro ni siquiera aseguró la continuidad del entrenador que el club contrató a falta de dos jornadas para el final de la fase regular, Rubén de la Barrera.


De las críticas no se salvan la directiva (habrá cambios, como adelantó este diario -Emma Lustres se perfila como la siguiente en dejar el Consejo-) y el director general del club, David Villasuso, que también es consejero. De hecho, podría ceder el control del club pero mantener su puesto en la directiva.  


La intención es fichar un director deportivo para marcar el rumbo a seguir. De eso también depende, en cierta medida, la continuidad del técnico. Queda por ver, además, si el capitán del equipo, Álex Bergantiños, que ha meditado su retirada, alarga su presencia en el terreno de juego. 


De lo que no hay duda es de que Lucas Pérez seguirá siendo el referente. El delantero que puso dinero de su bolsillo para bajar de Primera a la categoría de bronce para ayudar al equipo de su ciudad y de su corazón ya ha dado un paso adelante. 

De la enésima decepción a una nueva reconstrucción

Te puede interesar