El Deportivo no podrá debutar el sábado en Primera Federación con el DUX Internacional, después de que el club madrileño comunicase hoy a la RFEF que no comparecería en el Abanca Riazor, según confirmó su vicepresidente, David Barragán, en la Radio Galega.
Al cierre de esta edición, la Federación no le había informado al Deportivo de si se tendría o no que hacer acto de presencia en el estadio.
El Depor tendrá que esperar para debutar hasta el próximo sábado día 03 a las 19.30 horas ante el Linense.
Para el encuentro el ente federativo había designado nuevo horario, fijándolo finalmente a las 20.00 horas, y habían anunciado también árbitro, Miguel González Díaz, del comité asturiano. Todo de cara a la galería, porque el propio Barragán corroboraba lo que era un secreto a voces. “Está absolutamente confirmado que no vamos a jugar en Riazor. Se lo comunicamos esta mañana al Deportivo, a la Federación y a los clubes. El cambio de hora no sé a qué se debe, es algo de la Federación. Nuestro problema principal son las exigencias de la categoría, no podemos hacer frente a ellas”, informó el dirigente.
Uno de los puntos de fricción era la obligación salarial impuesta por la Federación a los clubes, a la que no podía hacer frente el DUX. Para Barragán considera que incluso puede tratarse de algo “inconstitucional el salario mínimo de 20.000 euros que con la Seguridad Social y los jugadores que se exigen son cantidades astronómicas”.
Además, criticó otras obligaciones como “un médico que viaje”, algo complicado de asumir para escuadras, como el caso del DUX, que cuentan con “poca masa social”. Criticó que la RFEF haya cambiado los criterios y el porqué ahora consideraban que el equipo no era sostenible para competir. Con su ausencia ya confirmada, la duda está en si el equipo sumará una segunda, que acarrería su expulsión de la competición liguera.
Se había especulado con la llegada de un inversor que aportase liquidez, una posibilidad que, de momento, Barragán indicó que no se había dado. “El martes hubo una oportunidad. Estamos saneados, no tenemos deuda, pero luego llegó el mazazo de la televisión. Lo de los 15 millones quedó en cuatro y tocamos a 100.000 euros (por equipo). Es insostenible. Los fondos de inversiones exigen garantías y no de un día para otro, tendría que ser uno nacional", indicó en la citada emisora.
El club ha sufrido en los últimos años varias historias rocambolescas con los duelos
El Depor es un imán en los últimos años para los aplazamientos y las suspensiones. Una de los más célebres fue la final de la Copa del Rey, en 1995. El encuentro con el Valencia tuvo que disputarse en dos días diferentes debido a la lluvia que cayó en el Santiago Bernabéu.
La Copa del Centenariazo tuvo su intrahistoria. En octavos de final, el Depor superó la eliminatoria sin jugar ante L’Hospitalet, que no se presentó como protesta por la solicitud de los blanquiazules de jugar en césped natural.
En febrero de 2017 un temporal se llevó parte de la cubierta de Riazor y el partido entre el Deportivo y el Betis tuvo que aplazarse.
En la última jornada de la temporada 2019-20 en Segunda, un brote de covid-19 en el Fuenlabrada ocasionó el aplazamiento del partido en Riazor. El resto de la jornada se disputó, incumpliendo el horario unificado. El curso pasado, el Extremadura se acogió a su derecho a huelga, coincidiendo con el partido que se tenía que disputar en Riazor. Posteriormente, se aplazó el choque con el Racing de Santander por casos de covid que se tenía que disputar en Riazor.