Tres jornadas seguidas sin ganar, un pobre rendimiento a domicilio que no cambia con el avance de la temporada, un gol en los tres encuentros más recientes, alineaciones que generan el debate, cambios a lo largo de los partidos que pocas veces resultan o convencen, rendimientos individuales por debajo de las expectativas... Las dudas y los miedos vuelven a atenazar al Deportivo en el peor momento de la temporada.
Podía entenderse un traspié como el del Linense, aceptarse un empate ante el Real Madrid Castilla, pero la Cultural llenó el vaso de la paciencia del deportivismo. Para algunos ya ha llegado al límite y Óscar Cano tuvo que escuchar cánticos que pedían su cabeza y otros que le invitaban a dimitir. Aún no ha desbordado, pero amenaza con hacerlo si se produce un nuevo traspié en Riazor ante el filial del eterno rival, el Celta de Vigo, el próximo domingo a las 19 horas.
La de León fue la enésima decepción para el deportivismo. Coincidió con el desplazamiento más multitudinario de la afición del Depor esta temporada. En el Reino, 2.500 seguidores deportivistas fueron testigos de una derrota de las que duelen. No tanto por la forma, porque hubo partidos peores a domicilio, algunos incluso con puntos en la maleta para el Deportivo, pero sí por las consecuencias que ha tenido a nivel clasificatorio.
El pasado fin de semana fue nefasto para los intereses deportivistas. La victoria del Alcorcón ha situado a los blanquiazules a cinco puntos del conjunto alfarero. Además, el Racing de Ferrol le ha adelantado en la tabla y le aventaja en un punto, el Castilla le recortó otro y está uno por debajo, y a dos viene el Celta B, que tiene la oportunidad de adelantar al Deportivo si se impone en Riazor. Sería la hecatombe.
Los rivales
El bache del Deportivo coincide con la recuperación del Alcorcón, que ha ganado tres de los cuatro últimos partidos, con la tendencia alcista del Racing de Ferrol, y con la solidez del Celta B. De hecho, en lo que va de segunda vuelta, el filial céltico es el mejor equipo del Grupo I con 22 puntos, uno más que el Ceuta y tres por encima de los ferrolanos. Los de Cristóbal Parralo y los del norte de África son los únicos que se mantienen invictos en este tramo del campeonato. También lo estaba el Deportivo hasta la visita a la Cultural Leonesa.
El filial del Celta ha ganado siete partidos y ha cedido un empate y una derrota en lo que llevamos de segunda vuelta, mientras que los vecinos de la provincia de A Coruña consiguieron cinco victorias y cuatro empates. Tras ellos están los de Cano, cuartos en la segunda vuelta con 16 puntos.
Uno de los problemas que tiene el Deportivo son los goles a favor. Lleva once en estos nueve partidos y hay que tener en cuenta que cinco de ellos se los endosó al Badajoz en Riazor. Desde esa goleada, solo vio puerta ante el Castilla en una oportunidad y fue a balón parado con un centro de Lucas Pérez y un cabezazo de Pepe Sánchez. Muy poco.
El Ceuta, que tiene a Rodri Ríos a un nivel espectacular -ya es el máximo goleador del grupo-, anotó 19 tantos desde el ecuador de la temporada, el Celta B metió 16 y el Racing de Ferrol, 14.
El San Fernando (15) y el Linares (14) también vieron portería más que el Deportivo en estos nuevo compromisos más recientes.
El Deportivo debe mirarse a sí mismo; a nadie más, pero tiene un calendario por delante muy empinado.
Después del choque con el Celta B, se medirá a dos rivales en apuros, Unionistas y Fuenlabrada, visitará al Racing de Ferrol, recibirá al Ceuta, acudirá al Nuevo Arcángel, se encontrará con el Alcorcón en Riazor, viajará a Linares, jugará como local con el Algeciras y acabará la temporada en Pasarón ante el Pontevedra a finales del mes de mayo.
Urge una reacción del Deportivo, que se ha metido en problemas. Ojo, porque incluso el playoff no está asegurado. Cuatro puntos separan a los coruñeses del Córdoba y son uno de los rivales a los que tienen que enfrentarse.