El Deportivo ha disputado un total de diez finales de torneos oficiales (cinco nacionales y uno internacional) a lo largo de su historia. Ha ganado ocho de ellas, la última el pasado domingo ante el Castellón.
Es el primero de sus títulos nacionales de máxima categoría: la Copa España, que solo completó una edición.
La Federación Española de Clubs de Foot-ball (FECF), que por entonces era el único órgano rector del fútbol español, aprobó realizar este torneo en una asamblea celebrada en mayo de 1912 en Madrid, encuentro en el que también se determinó que la sede fuese la ciudad coruñesa. Se trataba de un torneo paralelo al que se venía disputando desde 1903 en el primer tramo del año, el Campeonato de España (hoy más conocido como Copa del Rey). Por contra, la Copa España se jugaría en verano y en ella podrían participar futbolistas extranjeros, mientras que en el Campeonato de España solo podrían hacerlo los autóctonos.
En esa asamblea federativa se produjo un cisma en el fútbol nacional, que mermó la participación: solo se anotaran dos equipos para disputar la Copa España. Por tanto, constó de un único partido, que jugaron el Deportivo y el Vigo (equipo que en 1923 se fusionó con el Fortuna y dio origen al Celta). Entonces era habitual que se disputasen títulos entre pocos participantes: por ejemplo, el Campeonato de España de 1904 figura en el palmarés del Athletic de Bilbao pese a que no llegó a disputar encuentro alguno. Y el de 1908 fue para el Madrid FC (actual Real Madrid), que lo logró al jugar y ganar un único partido celebrado en la capital de España, precisamente ante el Vigo.
La final de la Copa España se fijó para el 7 de septiembre de 1912 en el Parque de Riazor. El Depor, que empezó perdiendo 0-2, empató con tantos de Virgilio y Barreiro. Los vigueses se adelantaron de nuevo en el segundo tiempo, pero el conjunto coruñés igualó por medio de Parra y acabó ganando 4-3 gracias a un tanto de su estrella, el centro delantero Virgilio Rodríguez Rincón. Se hizo de noche y ambos equipos acordaron parar el partido a falta de cinco minutos y concluirlo al día siguiente. Así lo acreditó el delegado federativo, que era el presidente del Vigo, José Sobrino. En el choque del 8 de septiembre no hubo goles, por lo que el Deportivo logró el triunfo.
Sin embargo, la Copa España pasó al olvido hasta que fue reivindicada por el club en diciembre de 2022. La RFEF la reconoció como título en marzo de 2023.
En la temporada 1982-1983, la Federación se sacó de la manga una nueva competición, la Copa de la Liga, un torneo por eliminación directa entre los equipos de cada categoría.
Al Deportivo le pilló en plena depresión. Venía de perder el ascenso a Primera en el traumático duelo ante el Rayo Vallecano en Riazor, aquel choque en que fue derrotado por 1-2 cuando le servía un empate para lograr el objetivo de regresar a la máxima categoría después de una década sin pisarla.
Tras eliminar al Palencia (sin jugar partido alguno, pues el rival, sumido en una crisis, no pudo reunir al mínimo exigido de ocho jugadores que había utilizado en competiciones oficiales durante la temporada), Real Oviedo y Jerez Deportivo, el Deportivo de Arsenio Iglesias se plantó en la final de la Copa de la Liga, que era a doble partido, frente al Atlético Madrileño. En juego estaba un título nacional de segunda categoría.
La ida se disputó en Riazor el 25 de junio. El filial del Atlético de Madrid se impuso (1-3) en una tarde marcada por el nefasto arbitraje del cántabro Díaz Agüero. En la vuelta, y pese a jugar con uno menos gran parte del partido, los blanquiazules se impusieron con un pírrico 0-1.
Casi 83 años después, llegó el segundo título nacional del Depor y del fútbol gallego. Ocurrió en el Santiago Bernabéu, y de nuevo, como en 1912, tras una final que se extendió durante dos días.
En la primera jornada, la del 24 de junio de 1995, los coruñeses y el Valencia empataron a un gol. Manjarín adelantó al Depor en la primera mitad, y Mijatović igualó en el 70. Una impresionante tromba de agua anegó el césped y, a falta de once minutos, el encuentro se tuvo que suspender. Se reanudó el 27 de junio de 1995 en el mismo escenario.
Ese día el deportivismo vivió uno de sus instantes más felices: Manjarín centró, Alfredo se adelantó a Zubizarreta y anotó de cabeza el tanto de la victoria. José Ramón levantó la Copa del Rey al cielo de Madrid y Arsenio Iglesias fue llevado en hombros por los jugadores en el que fue su último partido como técnico deportivista.
En su condición de ganador de la Copa del Rey, el Depor se enfrentó al campeón de Liga, el Real Madrid, ya durante el verano de 1995.
Aquella fue una época en la que los merengues solían salir vapuleados de Riazor. En la ida de la Supercopa, el 24 de agosto, así ocurrió: 3-0, con tantos de Donato, Fran y Bebeto en la segunda mitad.
El Deportivo también se impuso en el partido de vuelta (1-2), disputado tres días después en el Bernabéu: los tantos de Manjarín y Begiristain en los diez últimos minutos de partido dieron la vuelta al marcador.
Era el tercer título nacional del Deportivo —si bien entonces fue considerado el segundo— y la segunda vez que vencía en el estadio Santiago Bernabéu.
El 19 de mayo del 2000, el Depor se convirtió en “uno de nueve”, como presume Lucas Pérez a menudo. El delantero se refiere a que es el noveno club español –y, por ahora, el último– en conquistar la Liga. Lo hizo en un plácido partido ante el Espanyol (2-0), con goles de Donato y Makaay, en Riazor.
Los catalanes bajaron el pistón competitivo por dos motivos. De entrada, sus seguidores no estaban entusiasmados con la idea de ayudar al Barcelona, que —al igual que el Zaragoza— aspiraba a ese título finalmente conquistado por el conjunto herculino. Además, solo ocho días después tenían que disputar la final de la Copa del Rey ante el Atlético de Madrid. El conjunto periquito ganó esta final, de modo que se reencontró con el Deportivo en la Supercopa del 2000. En la ida, librada en el estadio Olímpico de Montjuic el 20 de agosto, se registró un empate sin goles. En la vuelta, disputada en Riazor una semana después, el conjunto de Irureta se impuso por 2-0 gracias a los goles de Djalminha y Diego Tristán.
El Real Madrid se había preparado una gran fiesta para celebrar su centenario. Tras años despreciando la Copa del Rey (su anterior final databa de 1993), esa edición se la tomó muy en serio, con el objetivo de celebrar un título justo el día de su cumpleaños, el 6 de marzo de 2002, en su propio estadio.
Sendos goles de Sergio González y Diego Tristán adelantaron a los blanquiazules antes del descanso, en el que la numerosa parroquia blanquiazul cantó el “cumpleaños feliz” a la mitad que vestía de blanco. Un tanto de Raúl dio esperanzas a los locales en la segunda parte, pero un resistente Depor —liderado por un Mauro Silva sublime— resistió el acoso galáctico y Fran alzó la copa ante el Rey de España. Esta gesta es conocida como el ‘Centenariazo’.
Es su séptimo —y por ahora último— título nacional de máxima categoría. Y la verdad es que tampoco se celebró demasiado en A Coruña, que se había “acostumbrado a comer jamón todos los días”, como denunció Javier Irureta.
El entorchado copero logrado en 2002 le dio plaza en la final de la Supercopa, a doble partido con el campeón de Liga, el Valencia de Rafa Benítez. En la ida, disputada el 18 de agosto en Riazor, el Depor fue una apisonadora. A los 31 minutos, el marcador ya señalaba el definitivo 3-0, gracias a los tantos de Valerón, Víctor y Naybet. Las posibilidades de remontada levantina en Mestalla se anularon en el segundo minuto, cuando fue expulsado el local Ayala. Los coruñeses ganaron 0-1 gracias a un tanto de Víctor en la prolongación.
El Depor debutó en la undécima edición de este torneo, que constó de cinco rondas. El equipo coruñés entró en liza en la segunda, en la que eliminó al Budućnost Podgorica. Tras deshacerse posteriormente del Slaven Belupo y el Newcastle, accedió a una de las tres finales de la Intertoto, donde se enfrentó al Olympique de Marsella. En la ida, el 9 de agosto de 2005, el equipo de Joaquín Caparrós venció por 2-0 con goles de Rubén Castro e Iván Carril. En la vuelta, jugada el 23 de ese mismo mes, un escandaloso arbitraje del ruso Ivanov permitió al conjunto francés remontar la eliminatoria: 5-1. Un gol de Andrade empató el partido en el minuto 8, pero un Depor con nueve jugadores tras las expulsiones de Duscher y Capdevila, fue superado en el segundo tiempo por un Olympique de Marsella con diez.
El conjunto coruñés volvió a participar en la Intertoto en la última edición del torneo, disputada en 2008. Constó de solo tres rondas y el Deportivo solo disputó la última, a doble partido contra el Bnei Sakhnin israelí. En la ida, jugada el 19 de julio, el equipo de Lotina se impuso (1-2) con tantos de Lafita y Riki. Remató en la vuelta, disputada el 26 de julio, con un 1-0 obra de Valerón. El equipo coruñés fue uno de los once ganadores de esa edición.
Tras cuatro años en la tercera categoría del fútbol español, el Depor se proclamó campeón de su grupo I de Primera RFEF y se enfrentó al ganador del II en la llamada Final de Campeones, disputada a doble partido. En la ida, disputada el miércoles 29 de mayo, los blanquiazules remontaron para imponerse por 2-1, con tantos de Lucas Pérez y Pablo Martínez.
En la vuelta, jugada el pasado domingo 2 de junio en Castalia, decidió el partido una nueva exhibición del delantero de Monelos, autor de dos tantos y dos asistencias (a Mella y Davo). El 2-4 colocó un 6-3 global en la final y dio este título nacional de tercera categoría a los coruñeses.
De este modo, el conjunto coruñés se convirtió en el primer club en proclamarse campeón único de las tres principales categorías del fútbol español. Con un formato con un vencedor unificado, el Depor cuenta con los títulos de Primera en la temporada 1999-00, Segunda en la campaña 2011-12 y, desde el domingo, Primera Federación.