Después de haber conquistado el sábado el trofeo Teresa Herrera ante el Metalist ucraniano (4-2) y de haber dispuesto de dos jornadas libres, la plantilla del Deportivo regresó al trabajo hoy por la tarde en la Ciudad Deportiva de Abegondo.
 

Y lo hizo con solo dos futbolistas al margen del grupo por sus respectivos problemas físicos en la rodilla, Diego Villares y Héctor Hernández.
 

El resto del plantel blanquiazul se ejercitó con la mente puesta en el último amistoso de pretemporada, el trofeo Emma Cuervo del próximo sábado a las 18.30 horas en Ribadeo frente a un rival como Unionistas de Salamanca, del mismo grupo de Primera Federación en el que competirá el Depor.
 

Tal y como anunció el entrenador blanquiazul Borja Jiménez la pasada semana,  el lateral izquierdo coruñés Raúl García Carnero se reintegró a la disciplina grupal —una vez superadas sus molestias físicas—, mientras que el mediocampista vasco Ibai Gómez realizó la primera parte del ensayo, retirándose por precaución antes de tiempo a los vestuarios.
 

En la tarde de hoy, tal y como explicó el club en un comunicado, “tras una activación y rueda de pases, el cuerpo técnico blanquiazul dispuso de un trabajo de posesión, un ejercicio de transiciones y un partido nueve contra nueve”.
 

El test preparatorio concluyó con una tarea aeróbica supervisada por los preparadores físicos del club, Luis Fandiño y Sergio Roca.
 

Después de más de una hora y media de actividad sobre los campos II y III de la Ciudad Deportiva de Abegondo, el equipo herculino se marchó a los vestuarios a descansar, pensando ya en una semana intensa, a diez días para el arranque de la temporada liguera ante el DUX.
 

A lo largo de esta misma semana el cuerpo técnico dirigido por Borja Jiménez podría dar pistas acerca del once inicial con el que puede encarar el choque preparatorio ante el Unionistas, en primera instancia, y de cara al debut en la temporada liguera posteriormente.