La llegada al RC Deportivo de Diego Aguirre el pasado verano ilusionaba a los verdaderos conocedores de la Primera RFEF, puesto que había sobresalido en esa categoría con clubes como el Numancia, en donde exhibió numerosas cualidades positivas que lo llevaron a dar el salto hasta A Coruña.
Sin embargo, no acabó de entrar en los planes de Borja Jiménez, debido en parte a la aguerrida competencia que mantuvo con un veterano con galones como Héctor Hernández (2.583), que finalmente llegó a gozar de casi el triple de minutos que el propio Aguirre (868) en el torneo de la regularidad.
Empleado normalmente como revulsivo en los segundos tiempos —tomó parte en 17 encuentros pero solo fue titular en nueve—, Aguirre dejó buenas sensaciones, mostrando una clara vocación ofensiva y un destacado recorrido por el costado izquierdo.
Aunque en principio su posición natural es la de lateral izquierdo, Aguirre ejerció de futbolista de club que no dudó en adaptarse según las necesidades del colectivo en diferentes momentos del año.
Así, no fue extraño verlo desempeñar el puesto de extremo izquierdo e incluso el de lateral derecho —en el derbi ante el Celta B en Balaídos—.
868 MINUTOS
Tomó parte en 17 partidos de Liga, en nueve saltando al campo titular
Tras este compromiso en Vigo, donde fue de los mejores en el bando visitante, confesó en una entrevista a este diario que cuando le transmitieron que jugaría de ‘2’ pensó que la cosa “podía salir mal o regular”.
Pese a sus declaraciones irónicas, nunca se quejó de su situación personal ante los medios de comunicación, incluso en los meses en los que tuvo menos presencia.
En sus 17 apariciones ligueras, el ‘18’ acumuló un total de 868 minutos de juego; no pudo aportar ninguna diana pero sí que rubricó dos asistencias, evidenciando que se trata de un especialista de banda, mejor centrador que rematador.
Aunque en las siete primeras jornadas de la Liga contó para el míster en cuatro de ellas, poco a poco fue cayendo en el ostracismo.
En efecto, entre octubre y finales de enero apenas pudo contribuir en tres envites.
En la segunda vuelta, coincidiendo también con la necesidad de dosificar a Héctor Hernández, se convirtió en más asiduo para su entrenador, que incluso le dio cancha en cuatro jornadas consecutivas, entre la 26ª y 29ª, ante Racing de Ferrol, Badajoz, Cultural Leonesa y Celta B, respectivamente.
En los partidos decisivos del playoff de ascenso, ante Linares y Albacete, su contribución al grupo fue meramente testimonial, sin chance frente a los andaluces (4-0) y con cinco minutos en la prórroga ante los manchegos (1-2).
A sus 31 años y aunque en varios momentos del pasado ejercicio hizo pública su perfecta adaptación a A Coruña —fue padre de una niña en Marineda— y su deseo de arraigar en el RC Deportivo, finalmente el club le ha transmitido el mensaje de que no formará parte del proyecto 22-23.
Una negativa que contrasta con las promesas que a finales de curso le llegaron desde el Consejo de Administración y la Dirección Deportiva, que en principio contaban con él.