La carrera de A Coruña por mantener su candidatura como sede del Mundial 2030 está repleta de reválidas y el próximo martes 24 de septiembre afrontará una de ellas. La FIFA visitará la ciudad herculina para llevar a cabo una inspección exhaustiva sobre cuestiones relacionadas con las infraestructuras y la sostenibilidad. El organismo internacional examinará al detalle aspectos relativos a la financiación de las obras de Riazor y al futuro uso que se le dará al estadio para no promover una gran reforma que no sea utilizada una vez concluido el gran evento futbolístico.

La FIFA también sondeará en qué punto de entendimiento está el Concello de A Coruña y el Deportivo, que el pasado 17 de agosto tuvieron una reunión para limar asperezas, intercambiar información y marcar unas pautas a seguir de cara al futuro. El Concello de A Coruña y el Deportivo se volverán a reunir el miércoles 11 de septiembre para preparar la posterior visita de la FIFA y analizar posibles puntos de discordancia.

El Concello de A Coruña le ha transmitido al Deportivo que se trata de un momento crítico para mantener la confianza de la FIFA en la candidatura herculina. Las hipotéticas discrepancias que puedan surgir entre ambas partes en presencia del organismo internacional podrían desembocar en una caída de A Coruña como sede del Mundial 2030. Las presiones de otras ciudades que se quedaron fuera de la selección oficial de once estadios, sobre todo en el caso de Valencia, siguen actuando como una espada de Damocles sobre la candidatura de Riazor.

Presión de Valencia

En este sentido, Fernando Roig, presidente del Villarreal y uno de los empresarios más influyentes de la Comunidad Valenciana y de España, visitó recientemente la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para avalar la candidatura de Valencia como posible recambio de alguna de las once sedes que no consiga mantener la confianza de la FIFA. 

Asimismo, desde Madrid han informado al Concello de A Coruña de la necesidad de avanzar un plan B en caso de no encontrar un aliado claro en el Deportivo en la carrera hacia el Mundial 2030. El proyecto necesita un inversor privado y si este no es la entidad blanquiazul lo ha de ser otro, que seguramente pasaría a ser también inquilino del estadio, compatibilizando el uso del recinto con el club.

Por lo tanto, la reválida del 24 de septiembre, y las que vendrán después si se supera esta, valida el paso adelante que dio el Concello al fijar una reunión con el Deportivo, quien solicitó el encuentro en primera instancia tras no acudir a la presentación del proyecto de la candidatura. La reunión del pasado 17 agosto y la del próximo del 11 de septiembre tienen el mismo objetivo: encontrar un acuerdo para mostrar a la FIFA que todos los protagonistas implicados van de la mano de cara a albergar el Mundial 2030 que organizará España, Portugal y Marruecos.

Después de la reunión del pasado 17 de agosto, el Deportivo emitió un comunicado en el que declaró que fijaría “su posición definitiva sobre el proyecto cuando conozca los detalles del mismo”. En el citado encuentro solicitó principalmente información detallada sobre la reforma de Riazor y otras cuestiones consideradas “críticas” por el club: “La existencia de un plan de viabilidad concreto para el proyecto de reforma del estadio y las fases de ejecución, el impacto que dicho plan tendría en el club y el método de financiación que se va a emplear para llevar a cabo las reformas”.

Uno de los puntos de debate entre ambas partes es el aforo. La posibilidad de dar un uso extrafutbolístico al estadio y albergar espectáculos de primera línea mundial, que requieren 45.000 localidades, obligaría a que la capacidad superase los 48.000 espectadores. No obstante, la reforma podría tener luz verde sin la construcción de un tercer anillo aunque de esa forma se contase con un aforo ligeramente inferior de alrededor de 43.000 espectadores. La creación de un tercer anillo choca con la idea de un Deportivo que ya destacó en un comunicado el pasado julio que no pondrá “en riesgo la sostenibilidad del club”.

Mientras tanto, sedes descartadas como Valencia y Vigo se mantienen alerta a la espera de un error para ocupar un hueco entre las once candidaturas seleccionadas.