Ocurrió en 1994 poco después de que Brasil ganase el Campeonato del Mundo en Estados Unidos. La idea fue de Marcelo Tinelli, un inclasificable presentador argentino de televisión que acabó teniendo una no menos inclasificable aventura como propietario del Badajoz y Javier Tebas en la ecuación. El caso es que Tinelli presentaba un programa de éxito en Argentina, “Ritmo de la noche”, y decidió organizar un show futbolístico en algo parecido al fútbol indoor, pero en una cancha más chica.

Era una idea muy noventera. Tinelli convocaba a futbolistas en activo para que se mostrasen en partidillos que acababan siendo verdaderos desafíos porque había una vis competitiva en todos. Así que un Argentina. Brasil no podía convertirse en un balneario y más si Tinelli reclutaba a Diego Maradona, recién suspendido por la FIFA. La presencia del mítico diez convirtió el duelo en un acontecimiento. Era un cuatro contra cuatro. Tinelli puso un buen dinero y Brasil acudió con Taffarel, bajo palos, Branco, Dunga y Bebeto, que estaban de vacaciones. Por Argentina se alinearon Goycoechea, Ruggeri, Burruchaga y Maradona. La elección de los futbolistas argentinos no era casual: cuatro campeones del mundo de 1986 contra un póker de los que se coronaron en 1994.

El duelo, con dos partes de diez minutos de duración, se jugó el 30 de julio de aquel año y se ha convertido en un partido de culto que puede verse en YouTube. Maradona lo dio todo, se crispó, quiso ganar como si aquello fuese la final de un Mundial, pero se encontró con un rival liderado por Bebeto, que con una gestualidad más relajada manejó el partido como quiso en aquellos pequeños espacios. 4-7 ganó Brasil en aquella increible incursión en Buenos Aires. Todo fue grandilocuente. “El que discute a Maradona que se pegue un tiro en la cabeza”, berreó Tinelli tras un gol del cebollita con la derecha.

Pero Brasil arrasó a Argentina. Bebeto marcó los dos primeros goles y al inicio de la segunda parte con su cuarta diana puso un 2-5 en el marcador que ya fue una losa para los héroes argentinos del 86. Todavía anotó una diana más para firmar una manita en una exhibición memorable. “Todo el mundo te aplaude, Bebeto”, glosó Tinelli. "Juegan bien, aparte se te van de la marca y, chau, te matan", resumió Maradona.

El revuelo que se montó con el partidillo fue tal que media Argentina clamó por una revancha. Y en noviembre Maradona y Burruchaga volvieron a saltar a aquella Canchita acompañados de otros dos campeones en México, el meta Pumpido y el multiusos Olarticoechea. Brasil alineó a Paulo Sergio, Junior, Batista y Zico, que ya tenía 41 años y había colgado las botas el verano anterior. Ganó Argentina 9-3 con seis goles del sancionado Maradona, al que la FIFA no podía impedir vestirse de corto en aquellos duelos. Bebeto estaba en A Coruña, a las órdenes de Arsenio.