El derbi de Galicia ya es centenario. Deportivo y Celta se vieron las caras por primera vez tal día como hoy hace cien años. Fue el comienzo de una rivalidad que ha ido más allá de A Coruña y Vigo para convertirse en el derbi de todos los gallegos.
El nacimiento del Celta se produce el 23 de agosto de 1923. La fusión entre el Vigo Sporting y el Fortuna de Vigo genera controversias incluso entre los propios jugadores de ambos clubes, lo que provoca la deserción de varios. Cuatro de ellos –los subcampeones olímpicos Luis Otero y Ramón González, además de Isidro y Chiarroni– toman la decisión de irse a A Coruña para jugar en el Deportivo, lo que provoca un intenso cisma federativo. Es el origen de la enconada rivalidad que a día de hoy perdura.
2 GOLES
marcó el delantero Pereiro, uno de los máximos anotadores históricos en los derbis, en el primero de la historia, aunque el primer tanto de estos duelos lo firmó el extremo derecho Leonardo.
Deportivo y Celta no se ven las caras en el primer Campeonato de Galicia en el que participan ambos, en la temporada 1923-24. La Serie A regional, habitualmente disputada en una liguilla de seis clubes, se disputa en esta ocasión de otro modo. Son tres eliminatorias locales (Celta-Unión Sporting, Eiriña-Pontevedra y Deportivo-Racing de Ferrol) cuyos vencedores juegan un triangular por el título. Los coruñeses quedan eliminados ante los departamentales en el partido de desempate (2-1) después de sendas igualadas. Los vigueses golean a sus vecinos, antes de imponerse en los cuatro duelos a Racing de Ferrol y Eiriña para conquistar su primer título regional.
Como tampoco hay interés en organizar amistoso alguno porque las tiranteces son importantes, el primer derbi no llega hasta quince meses después del nacimiento del club celeste y por obligación. El Campeonato de Galicia regresa a su formato habitual de liga a doble vuelta. El calendario establece que deben enfrentarse en la última jornada de la primera vuelta en A Coruña y en la última jornada del campeonato en Vigo. El primer Dépor-Celta de la historia se juega el domingo 9 de noviembre de 1924 en el Parque de Riazor, el estadio deportivista que ocupaba el actual solar del colegio y la iglesia de Las Esclavas.
Después de cuatro jornadas, Deportivo, Celta y Eiriña lideran la clasificación con 6 puntos cada uno, producto de tres victorias y una derrota. El desaparecido club pontevedrés ejerce de matagigantes al imponerse a blanquiazules (3-1) y celestes –aunque entonces, todavía, rojos– (2-0), pero cae en su derbi local (2-1). El Racing de Ferrol es cuarto con 4 puntos, el Pontevedra Athletic ocupa la quinta plaza con 2 y el Unión Sporting vigués es colista con su casillero vacío.
Así pues, el liderato está en juego en el viejo Parque de Riazor. El recinto está de estreno. Se inaugura un marcador en la terraza del edificio recientemente construido tras la portería más cercana a la playa de Riazor, en el que se sitúan los vestuarios.
El partido comienza a las tres de la tarde. Aficionados de toda Galicia se desplazan a Marineda para presenciar el esperado partidos. Llegan muchos aficionados de Vigo, ya en la víspera junto al equipo. También de Santiago, Betanzos o Ferrol. Y eso que el tiempo no acompaña. La pertinaz lluvia convierte el terreno de juego en un lodazal que desluce el espectáculo. Los hinchas que llenan el recinto –quizá entre sobre los 8.000 por la capacidad del mismo en aquellos tiempos– ovacionan por igual a ambos equipos cuando saltan al campo. En A Coruña no se abuchea al Celta en su primera visita, pese a la alta tensión reinante entre ambos clubes y ambas ciudades.
La primera mitad finaliza sin goles y sin ocasiones dignas de mención. La cosa cambia tras el descanso. Cesa la lluvia, lo cual ayuda a mejorar la función pese a que el terreno de juego continúa impracticable. Y lo que empieza a llover son los goles en la portería de Rubido, el guardameta carballinés del Celta.
En los primeros cinco minutos del segundo tiempo, el Deportivo anota dos goles. El primero lo firma Leonardo, al transformar un penalti cometido por manos de un defensa cuando el olímpico coruñés Ramón González intentaba controlar el esférico. Leonardo de Paz Rodríguez, jugador deportivista entre 1921 y 1926, es el primer goleador de O Noso Derbi. El segundo, Pereiro –también llamado Pereira o Pereirita en numerosas crónicas de la época, de nombre completo Emilio Pereiro Rey–, en un formidable chut después de recibir el cuero de pies de Chiarroni y deshacerse de la marca del internacional Pasarín. Pereiro, un chaval de solo 16 años, redondea el triunfo coruñés con el tercer tanto, al llevar al fondo de las mallas un servicio de Ramón.
La crónica de El Ideal Gallego, firmada por ‘B.’, titula: ‘Brillante victoria del Deportivo’. Entre líneas destaca la actuación, sobre todo, de los defensas y medios blanquiazules, en especial de Luis Otero y Abelardo, que forman “una pareja ideal”.
Tras un partido “interesante, pero no excelente”, la alegría se desborda en A Coruña. Guzmán Rodríguez Rincón, presidente del Deportivo, no duda en señalar que su equipo será, por fin, campeón regional.
No acierta el dirigente. Otro año más, al Deportivo se le resiste el cetro regional, que renueva el conjunto olívico. Los blanquiazules lo dejan escapar en las dos últimas jornadas. Primero, con una derrota ante un Pontevedra Athletic (2-1). El penúltimo clasificado da la campanada y permite llegar al Celta en ventaja a la jornada final. En la misma, al Dépor le vale un empate pero los vigueses se hacen fuertes en su campo de Coia, donde le devuelven el 3-0 del primer derbi gallego de la historia.
Deportivo 3-0 Celta |
Deportivo: Mulero; Luis Otero, Abelardo; José María, Pombo, Vasco; Leonardo, Ramón González, Chiarroni, Pereiro y Alonso Celta: Rubido; Pasarín, Juanito; Queralt, Balbino, Hermida; Reigosa, Chicha, Correa, Polo y Casal goles: 1-0: Leonardo, de penalti; 2-0: Pereiro; 3-0: Pereiro árbitro: Saracho (vizcaíno) incidencias: partido de la 5ª jornada del Campeonato de Galicia disputado el 9 de noviembre de 1924 |