“Vamos a ver cómo hacemos para asaltar Ferrol, metafóricamente hablando”, argumentaba el técnico del Deportivo, Óscar Cano, tras el encuentro contra el Fuenlabrada. Un asalto a A Malata, campo donde hace más de 40 años que no gana en Segunda B, ahora Primera Federación.
Y afianzarse en la zona noble de la tabla un triunfo ante un Racing de Ferrol, a dos del Depor, pero con un partido menos, que llevaba cuatro victorias seguidas hasta su tropiezo en Mérida. El nuevo líder, el Real Madrid Castilla, espera por la réplica del Depor y Alcorcón, que visita a las 18.00 el Nuevo Arcángel, en el que se estrena con el Córdoba el exblanquiazul Manuel Mosquera.
Los coruñeses, que dirimen su derbi con los verdiblancos una hora después, llegan después de golear al Fuenlabrada y enmendar, en cierta manera, sendas decepciones como visitantes, contra la Cultural Leonesa y Unionistas. En el ‘debe’ de los herculinos está el ser capaces de acabar con sus problemas como visitantes, con solo cinco partidos ganados, el último, ya lejano, el pasado 19 de febrero contra el Talavera de la Reina (0-1).
Aspecto mental
Reflexionaban esta semana los jugadores y el técnico de lo que le ocurre al equipo lejos del abrigo de Riazor. En su campo se sienten capaces de todo: la jornada pasaron remontaron hasta en dos ocasiones sendos goles del Fuenlabrada.
Fuera es otra historia y plantel y míster lo saben. El Depor se muestra más débil, mentalmente encaja peor los golpes y sufre ante las adversidades que se dan en los choques, en un contexto como visitante en el que ha sufrido muchas decepciones.
Una profecía autocumplida que han llegado a creerse y que es necesario romper con tres puntos que mantengan a los coruñeses en sus aspiraciones a optar al ascenso directo, no perder de vista la cabeza e irse distanciando de rivales directos, como el Racing de Ferrol, que ha pisado el acelerador en este tramo final. Y para traerse el triunfo a A Coruña, cuenta el Depor con su tridente en estado de gracia. Marcaron Lucas, Soriano y Quiles contra el ‘Fuenla’, confirmándose como uno de los ataques más letales de la categoría.
Pide paso, no obstante, un Max Svensson que fue el alma de la revolución del equipo para darle la vuelta al partido contra el Fuenlabrada.
De cara al derbi de esta tarde, sin embargo, no se esperan grandes variaciones con respecto al último choque. Con Mackay en la portería, salvaguardado por una línea de cuatro formada por Antoñito, Lapeña, Pablo Martínez y Raúl Carnero.
En el trivote regresa Roberto Olabe por el sancionado Isi Gómez, junto a Diego Villares y más adelantado Rubén Díez. Alas por la derecha para Quiles, izquierda para Soriano y en punta Lucas Pérez. Un Deportivo necesitado de puntos, de dar su mejor versión a domicilio y que tendrá como contexto un derbi para asaltar la tabla y dejar atrás sus miedos.
