“Estoy convencido de que lo del otro día fue un accidente”, afirmó Imanol Idiakez en la previa del partido con la SD Logroñés. El Depor se había estrellado el pasado domingo en Irún con una derrota sonrojante (3-0) y la única manera de enterrar la vergüenza y sacar pecho era con la segunda victoria de la temporada en Riazor.
La bajada de brazos de los jugadores durante la segunda mitad del duelo en el Stadium Gal había enrarecido el entorno, sembrado dudas, cabreado a la afición. Pero ante el cuadro riojano sí vimos a un Depor que muerde, presiona y domina. Sin un fútbol brillante, que aún debe subir muchos quilates, pero con oficio y efectividad, el cuadro coruñés mandó ante la escuadra blanquirroja desde el arranque del choque.
El Depor formó con tres cambios respecto al once que cayó goleado a manos del Real Unión.
Mackay, que no había terminado de ofrecer seguridad durante las cinco jornadas que se situó bajo palos, cedió su puesto en la portería a Germán Parreño, que recuperaba la titularidad de la que gozó en las seis primeras citas del curso. También se cayeron del equipo inicial Hugo Rama y Martín Ochoa, y entraron Valcarce y Davo.
Sólo diez minutos tardó el cuadro coruñés en encarrilar la victoria, con el segundo tanto de Pablo Martínez como blanquiazul. Cuántas veces había rozado el gol el central francés y se le había negado, y ahora ha visto portería en los dos últimos duelos en Riazor.
El 1-0 llegó gracias a una falta de Paredes sobre Villares en el pico derecho del área. Lucas cogió el balón, lo pateó al poste y Martínez, atento y rápido, se adelantó a los zagueros blanquirrojos, cazó el rebote y batió al guardameta Iru.
Una diana tempranera para evitar que aparecieran los nervios si el cronómetro avanzaba con el 0-0. El escenario permitió a los deportivistas explotar un fútbol más vertical, con balones largos de los centrocampistas sobre un Lucas muy activo, y buscando a Davo y Valcarce en los extremos.
La movilidad de los atacantes blanquiazules desajustó a una SD Logroñés incapaz de entrar en escena.
Gran trabajo defensivo de los coruñeses, que taparon al ‘cerebro’ del cuadro riojano, Toni García, y la SDL se desconectó. No le llegaron balones a Jordi Escobar, referencia ofensiva de los blanquirrojos y que tan buen arranque de curso había tenido, con cinco goles y dos asistencias. Tampoco logró desbordar por la derecha Óscar Fernández, a quien Balenziaga mantuvo a raya.
José Ángel, Salva Sevilla y Villares estaban muy cómodos y mandaban en la zona ancha.
Desentonó Davo, muy desacertado. Mira que le buscaron sus compañeros. Sevilla y Villares lo encontraron en un par de ocasiones, pero el asturiano resolvió mal casi siempre.
Lucas pudo matar el duelo en los minutos finales del primer tiempo con un córner en el que buscó el gol olímpico, pero la pelota se marchó fuera por centímetros.
Salió más desconectado el Depor en el segundo tiempo. Demasiada precipitación en el juego blanquiazul, que permitió a la SD Logroñés dar un pequeño paso adelante, entrar más en contacto con la pelota y conseguir activar a Escobar, que rozó su sexto gol de la temporada en el minuto 50 con un remate que se estrelló en el lateral de la portería.
Los herculinos tenían más problemas para hilvanar jugadas y cuando lograban llegar a la zona de tres cuartos, las imprecisiones de Davo echaban por tierra cualquier ocasión.
De hecho, en el 58’, Pablo Martínez se vistió de Nourredine Naybet, se pegó una cabalgada de área a área y cuando filtró un pase de lujo sobre Davo, el asturiano se enredó y terminó perdiendo la pelota. Pitos desde la grada a un jugador que pedía el cambio a gritos, pero al que Idiakez mantuvo en el terreno de juego. E ironías de la vida, Davo marcó el 2-0 en el 64’.
Salva Sevilla encontró a Lucas Pérez con un pase interior quirúrgico y el delantero de Monelos levantó la cabeza y cedió la pelota atrás para que el asturiano, esta vez sí, resolviera de manera positiva y sentenciara el choque.
Con muy poquito, el cuadro deportivista tenía su segundo triunfo consecutivo en Riazor en el bolsillo.
El gol devolvió la tranquilidad al equipo y a la afición herculina, después de unos minutos en los que habían planeado los fantasmas.
Ahora sí, llovía menos y con el viento a favor, hasta los blanquiazules se atrevían incluso a buscar lo imposible. Como un disparo lejano de Lucas en el minuto 70 con el que a punto estuvo de sorprender al guardameta blanquirrojo.
Jordi Escobar pudo meter a los riojanos en el partido de nuevo dos minutos después, pero sorprendentemente el delantero catalán, que recibió un gran pase de Murua, chutó fuera en un claro mano a mano con Germán.
Los minutos finales fueron de tranquilidad para el cuadro coruñés, que con este nuevo triunfo, el cuarto del curso, se acerca un poco más a los puestos de playoff.
RC Deportivo: Germán Parreño; Paris Adot, Pablo Vázquez, Pablo Martínez, Balenziaga; Villares (Rubén López, min.93), José Ángel, Salva Sevilla; Valcarce (Cayarga, min.64), Lucas (Martín Ochoa, min.93) y Davo (Hugo Rama, min.75).
SD Logroñés: Ander Iru; Gexan Elosegi (Cova, min.82), Aurtenetxe, Murúa (Trespalacios, min.82), Paredes; Javi Castellano, Toni García; Óscar Fernández (Luzzi, min.74), Damià Sabater (Buyla, min.61), Carmona (Rubén López, min.46); Jordi Escobar.
Goles: 1-0, min.10: Pablo Martínez. 2-0, min.64: Davo.
Árbitro: Holgueras Castellanos (Castellano-leonés). Amonestó con cartulina amarilla a Davo (min.23), José Ángel (min.52), Villares (min.69) y Pablo Vázquez (min.78) por parte del Deportivo y a Paredes (min.9), Artunetxe (min.17), Buyla (min.68), Murúa (min.75) y Gexan Elosegi (min.79) de la SD Logroñés.
Estadio: Abanca-Riazor, ante la presencia de 18.557 espectadores.