El Deportivo regaló a su afición y al estadio de Riazor, que hoy cumplía 79 años, la primera victoria de la temporada en casa gracias a un tanto de cabeza de Pablo Martínez, que lo había rozado en decenas de ocasiones desde que llegó a A Coruña. El equipo blanquiazul mejoró exponencialmente en la segunda mitad tras un primer tiempo espeso e impreciso y consiguió batir a un ordenado Nàstic de Tarragona en una acción a balón parado, una faceta que se ha convertido en el principal salvavidas de un Depor al que le sigue costando acelerar y materializar sus ocasiones.

Imanol Idiakez no se complicó con la alineación y  mantuvo lo que funcionó en Sabadell, al menos en el resultado. Únicamente dio entrada al central Pablo Martínez, ausente por sanción en la anterior jornada, por el lesionado Jaime Sánchez. Retu repitió en el lateral izquierdo y Salva Sevilla llegó a tiempo, pese a sus molestias en el muslo, para encadenar su tercera titularidad, las mismas seguidas que el canterano Martín Ochoa.

El Nàstic demostró sus virtudes en la primera media hora con una presión sincronizada, una defensa ordenada y las cosas claras en ataque. El Depor no supo defender el juego directo de los catalanes sobre Pablo Fernández y su asociación con Andy en la parcela entre Pablo Martínez y Retu. En esa zona se originaron los mejores ataques visitantes, que avisaron en los primeros minutos con un córner ensayado que no acertó a rematar Trigueros tras un rechace de Mackay y con un disparo desde el medio del campo de Andy, tras una pérdida de Retu, que se fue rozando el larguero.

Al Depor le costaba superar la primera línea de presión y encontrar a Salva Sevilla y José Ángel para iniciar el ataque. La defensa hacia adelante del Nàstic incomodó de tal forma a los cuatro centrocampistas blanquiazules que en el primer cuarto de hora se hizo evidente la falta de conexión entre la medular y el ataque. Si Lucas o Martín venían a recibir, el balón iba al espacio. Y si los atacantes rompían en profundidad, el cuero iba en corto o se quedaba en las botas de los mediocentros.

Un tiro envenenado de Lucas en el minuto 19, que desvió Varo a córner, fue un pequeño oasis para el Depor, demasiado estático y con imprecisiones recurrentes. La engranada defensa del Nàstic exigía a los locales precisión y velocidad, tanto en los movimientos como en la ejecución, pero este Depor, a estas alturas, o una cosa o la otra. Las dos a la vez, difícil.

De hecho, el Nàstic siguió siendo el equipo que más peligro generó. En el minuto 25 trenzó una buena jugada con un centro de Andy que cortó Paris ‘in extremis’ tras un buen movimiento de Pablo Fernández y en 26 incluso consiguió perforar la portería del Depor. Fue en un centro de Borja Martínez que remató a gol Marc Fernández. Sin embargo, el árbitro vio clara una falta de Jardí a Pablo Martínez e incluso pitó antes del remate de Marc.

La respuesta tímida del Depor llegó en forma de disparo flojo y ligeramente desviado de Villares con el interior del pie desde la frontal del área. Pero hasta esa jugada se produjo gracias a un desplazamiento en largo de Pablo Vázquez y a la fe de Lucas.

A pesar de que en el Depor casi todos seguían pidiendo el balón al pie y de espaldas a portería, el equipo blanquiazul mejoró en la recta final de la primera mitad y en el tiempo añadido protagonizó su mejor ocasión hasta el momento con un pase filtrado de Lucas y un remate cruzado de Hugo Rama que despejó Varo con el pie.

Asedio y gol de Pablo Martínez

El Depor despertó en la segunda mitad y generó en quince minutos muchas más ocasiones claras que en la primera parte. En el 48, Lucas se encontró de nuevo con el pie de Varo tras un centro de Hugo Rama; en el 50, José Ángel remató fuera un centro de Salva Sevilla después de un córner ensayado; en el 51, Martín conectó alto un cabezazo a centro de Paris cuando estaba libre de marca; en el 56, a Lucas se le escapó el último toque en un mano a mano ante Varo tras una contra trenzada entre Hugo Rama y Martín, y en el 58, Villares estuvo a punto de marcar un golazo en un remate en escorzo pero de nuevo apareció Varo.

Tampoco acompañó la suerte en un disparo potente de Hugo Rama, más centrado en la segunda mitad, que desvió un defensa y rozó el larguero. Pero el equipo coruñés fue minando la moral del Nàstic poco a poco y encerrándolo en su área hasta que en el minuto 71 volvió a aparecer el poderío del Depor en los lanzamientos de esquina. Pablo Martínez por fin acertó con la portería rival después de innumerables intentos en sus 41 partidos oficiales con la camiseta blanquiazul y marcó, con un poderoso cabezazo, el cuarto gol de córner de los de Idiakez en esta temporada y su primero en A Coruña.

Con el 1-0, el Depor supo embarrar el partido. Se jugó poco y lejos de su portería. Además, David Concha, que saltó al campo en el minuto 60, se fue expulsado por doble tarjeta amarilla en el 87. El final fue más plácido de lo que se podría predecir con lo ajustado del resultado y el Depor encadenó por primera vez en la temporada dos victorias seguidas que le impulsan hasta mitad de tabla. Ya llueve menos.

DEPORTIVO-NÀSTIC (1-0):

Deportivo: Ian Mackay; Paris, Pablo Vázquez, Pablo Martínez, Retu (Balenziaga, min.89); Salva Sevilla, José Ángel; Villares, Lucas Pérez, Hugo Rama (Mella, min.83); Martín Ochoa (Valcarce, min.71).

Nàstic de Tarragona: Varo; Pol Domíngo (Pochettino, min.84), Pablo Trigueros, Nacho, Joan Oriol; Andy (Mario Rodríguez, min.74), Montalvo (Gorostidi, min.46), Borja Martínez, Jardí (David Concha, min.60); Marc Fernández (Gorka Santamaría, min.60); Pablo Fernández.

Goles: 1-0, min.71: Pablo Martínez.

Árbitro: Eder Mallo Fernández (C. Castilla y León). Expulsó a David Concha por doble tarjeta amarilla (min.87). Amonestó a Borja Martínez (m.35), Montalvo (m.41), Joan Oriol (m.62) y Pablo Fernández (m.90+2), por el Nàstic.

Estadio: Abanca Riazor.