En este tercer capítulo de la historia de los derbis entre el Dépor y el Racing de Ferrol se analizarán todos los duelos que tuvieron lugar entre 1941 y 1960. Algunos de ellos fueron muy especiales porque implicaron ascensos de categoría. Otros, en cambio, registraron la mayor goleada de la rivalidad o el partido con la mayor cantidad de goles. 

Asimismo, también hubo homenajes a diferentes leyendas. Sin duda, estas dos décadas fueron muy importantes en esta historia.

La entrega anterior acabó con un nuevo empate en Segunda entre blanquiazules y verdes. Por lo que es lógico empezar con el partido de la segunda vuelta, que se disputó en A Coruña y acabó con victoria local (2-0). Aunque ese resultado no tuvo mucha influencia en la clasificación, sirvió para que el Dépor lograse su primer ascenso a Primera.

Fruto de esa situación la rivalidad tuvo un pequeño parón hasta el 25 de abril de 1943. Aunque los coruñeses estaban en una categoría superior, se cruzaron con el Racing en los dieciseisavos de final de la Copa del Generalísimo. En el primer duelo, el conjunto departamental se hizo con el triunfo por 1-0, mientras que la vuelta, disputado en el Parque de Riazor, venció el cuadro herculino por 2-1.

Esta situación obligó a disputar un partido de desempate en territorio neutral. Esto se hacía para evitar que uno de los dos equipos tuviese cierta ventaja. En esa ocasión, el lugar escogido para resolver la eliminatoria fue Oviedo. 

Tras un encuentro muy trabado y que tuvo que irse a la prórroga, el Deportivo lograría hacerse con el triunfo gracias a un solitario tanto de Ramón Breijo en el minuto 116.

Ese choque fue el último que disputaron ambas entidades hasta el 12 de marzo de 1945 cuando se juntaron para rendir homenaje a José Chiarroni –uno de los ‘culpables’ de que el Celta denunciase al Dépor en el año 1924–. Ese encuentro se saldó con victoria coruñesa por 3-1.

Ascenso en Ferrol

Curiosamente, ese mismo resultado se dio unos meses después cuando el equipo blanquiazul, que había descendido, y el Racing se volvieron a medir en Segunda División.

Sin embargo, lo que nadie se imagina es que el partido de la segunda vuelta, jugado el 24 de marzo de 1946, iba a ser histórico. Los coruñeses se plantaban en el Inferniño con la opción de consumar su segundo ascenso a Primera. Enfrente estaba un Racing, que si bien no se jugaba nada, no quería que su máximo rival subiese en su campo. Por ello, planteó un encuentro muy bronco y poco vistoso.

Sin embargo, los ferrolanos no contaron con la recordada aparición de Manuel Fabeiro. El atacante padronés emergió en el minuto 65 para anotar el único tanto del encuentro y permitir que su equipo regresase, sólo un año después, a la máxima categoría.

Eso dolió mucho en Ferrol. Demasiado. Por eso, cuando se volvieron a medir en la Copa Galicia, aunque el Racing lo intentó, no pudo ganar.

En ese momento, las relaciones se enfriaron un poco. No fue hasta el 1 de junio de 1947 cuando ambos clubes se volvieron a ver las caras. Fue en el Campeonato de la Federación Gallega, una competición de carácter amistoso y en la que el Dépor no venció en ningún derbi.

La siguiente vez que se midieron de manera oficial fue en Segunda. En aquella ocasión, ambas entidades triunfaron en sus respectivas casas y por el mismo resultado (2-0).

Curiosamente, en el último duelo de esa liga, jugado el 4 de abril de 1948, el conjunto blanquiazul inició una racha de nueve partidos seguidos sin perder en el derbi de las Rías Altas. Una serie que se rompió el 27 de mayo de 1953.

Antes de eso, se había producido la mayor goleada en esta rivalidad. El Dépor ganó 7-0 en Ferrol en un amistoso disputado el 26 de diciembre de 1948. Siete días después, ambos se encontraron en la cuarta ronda de la Copa. En ese partido los blanquiazules vencieron 3-0.

Pocos duelos oficiales

En esa época no se sabía, pero iba a ser el último partido oficial en mucho tiempo, concretamente hasta el 1 de diciembre de 1957. El motivo de esa larga ausencia fue que el Dépor estaba en Primera tras haber subido en la temporada 1947-1948.

A partir de esa campaña, sólo coincidían en amistosos o algún torneo de verano como la Copa Marqués de Amboage.  Aunque no hubiese la tensión de un duelo oficial, esos encuentros dejaron datos curiosos como un 6-0 que le endosó el cuadro blanquiazul.

El 15 de mayo de 1955 el Racing llamó a su eterno rival para jugar un partido de homenaje a Manuel Rivera, una leyenda racinguista que ponía el nombre al nuevo estadio situado en el Inferniño. A pesar de jugar en casa, el conjunto departamental acabó cayendo por 3-1 y no pudo dedicar la victoria a un jugador histórico.

Un año más tarde, los dos equipos fueron citados para disputar el Trofeo Asociación de la Prensa de Santiago. Al contrario de lo que había pasado en partidos anteriores, el Racing pudo llevar el triunfo de manera cómoda (0-3).

Poco después, el 26 de agosto de 1956, las dos escuadras coincidieron en el Trofeo San Roque, que se disputó en Vilagarcía de Arousa. Allí, los verdes volvieron a ganar, pero lo que no imaginaban es que seis días después el Dépor se llevaba el Trofeo Concepción Arenal celebrado en Ferrol.

Tras más de un año sin juntarse, ambos jugaron dos duelos casi seguidos. Un amistoso sin mucha historia y un partido de homenaje a Miguel Núñez Villa ‘Malet’, una leyenda del club del Inferniño.

En ese choque, jugado el 1 de mayo de 1957 poco después del descenso del Dépor, se batió el récord de más goles anotados en el derbi de las Rías Altas. En concreto se marcaron diez tantos, siete racinguistas y tres deportivistas. Con todo, ese enfrentamiento tuvo trampa y es que los herculinos jugaron con su segundo equipo ya que ese mismo día tenían un partido de la Copa contra el Jaén en Riazor.

Aun así, ese resultado dolió por lo que el conjunto blanquiazul se vengó ganando el Trofeo Concepción Arenal. En cambio, el Racing le restó importancia porque ganó el primer duelo que disputaron en Segunda después de once años.

A partir de aquí, la rivalidad se volvió mucho más encarnizada porque ambos equipos se pelearon el resto de la década por ver quien quedaba en una mejor posición.

De estos últimos seis duelos en Segunda, el más destacado fue el ocurrido el 18 de noviembre de 1959, cuando el Dépor le metió una manita a un Racing que cumplía su decimoquinta temporada seguida en la categoría. En la segunda vuelta, los blanquiazules volvieron a vencer (3-0). 

De esa manera, se cerraban dos décadas en las que pasaron muchas cosas, pero que estuvieron marcadas por los ascensos y descensos de los herculinos y por la estabilidad ferrolana.