El Deportivo hizo saltar por los aires el pequeño gafe que mantenía en los enfrentamientos en liga contra el CD Lugo con la victoria del pasado sábado por 0-3 en el estadio Anxo Carro. El equipo coruñés, que nunca había vencido al conjunto lucense en el torneo de la regularidad –sí en la Copa del Rey–, rompió la nefasta racha de triunfos que ostentaba en los seis duelos anteriores y, además, puso fin a lo grande a la sequía de goles que le había hecho quedarse sin ver puerta en los cuatro enfrentamientos más recientes con el cuadro rojiblanco.
El pequeño calvario del Deportivo contra el Lugo comenzó en la temporada 2013-14 en Segunda División, con Fernando Vázquez al frente del conjunto blanquiazul, con un 0-0 en el enfrentamiento disputado en Riazor y un 2-2 en el encuentro en el Anxo Carro.
A partir de ahí y hasta el pasado sábado, el Deportivo no volvió a ver puerta contra el Lugo. Esta falta de puntería se inició en la campaña 2018-19, tras el último descenso coruñés a Segunda División, con otro 0-0 que despertó la desesperación de los aficionados blanquiazules en Riazor debido a las continuas pérdidas de tiempo de los lucenses y la permisividad del árbitro Ávalos Barrera.
En la segunda vuelta de esa temporada, con el banquillo ocupado por un Martí que sustituyó a Natxo González, el Deportivo cayó por 1-0 y dijo adiós de forma virtual al ascenso directo debido a un solitario gol de José Carlos Lazo desde la frontal del área.
La última campaña que coincidieron Deportivo y Lugo en la misma categoría, antes de la actual, fue la 2019-20 de nuevo en Segunda División. El ‘cerocerismo’ se volvió a repetir en los dos enfrentamientos directos en aquella temporada con un Deportivo dirigido por Luis César Sampedro en la primera vuelta y con el enésimo regreso de Fernando Vázquez en la segunda.
Casi diez años después del primer derbi liguero entre Deportivo y Lugo, el técnico Imanol Idiakez comandó al conjunto herculino hacia el fin de la sequía de victoria frente al equipo amurallado. Una actuación coral con los goles de Iván Barbero, David Mella y José Ángel Jurado sirvió para romper el gafe y dar un golpe encima de la mesa ante un equipo recién descendido y uno de los claros aspirantes al ascenso a Segunda División.