El Teresa Herrera se va a Leganés, donde nunca vieron nada igual. Alumbrará la plateada torre el sur metropolitano de Madrid para definir la diferencia que separa al actual Deportivo de la élite del fútbol español, superado por un conjunto en obras en el que Borja Jiménez, que ayer recibía la buena de que Dmitrovic y Óscar Rodríguez se incorporaban al equipo, alineó de inicio a tres futbolistas con dorsal del filial.
Fue mejor el Leganés, su triunfo es justo y deja además una advertencia a los blanquiazules, que a una semana del inicio de la Liga también tienen montados los andamios. Ayer pasaron por el lateral izquierdo hasta cuatro futbolistas: Davo, Mella, Ximo Navarro e Iano. La lesión del experimentado Sergio Escudero daña al equipo en ese flanco. Pero no están ahí los principales deberes que debe resolver la dirección deportiva. Y si alguien tenía la tentación de mirar hacia otro lado, aquí estuvo el Leganés para mostrar donde debe estar el foco.
El Deportivo jugó una mala primera parte. Más que nada porque estuvo incómodo tanto por la presión del rival como por el corsé de un dibujo con el que el juego no fluía. Idiakez, que aguarda por cinco refuerzos en la víspera del inicio del campeonato, dibujó en la pizarra una zaga con tres centrales y despreció la opción de alinear laterales. Quizás fue una llamada de atención al piso superior.
El caso es que a partir de ahí todo se le complicó al Deportivo, que ni encontró la manera de construir ni la de destruir, sobre todo en el flanco zurdo. Allí Pablo Martínez se quedó demasiado expuesto ante Dani Raba, que le arrancó las pegatinas más de una vez. En una de ellas el lance acabó en accidente: penalti y gol de Diego para el Leganés.
Los problemas blanquiazules proseguían unos metros más adelante, donde José Ángel y Mfulu tuvieron que acoplarse en un doble pivote que jugaba en paralelo. Sin alturas para encontrar soluciones ante la intensa presión rival, el Deportivo empezó a sufrir porque el Leganés recuperaba y golpeaba. A nadie le gusta correr tras la pelota y en esa Batalla anduvo el Deportivo en el primer cuarto de partido.
El Leganés pudo virar la liza aún más a su favor. Lo dejó pasar Roberto López que remató alto desde el punto de penalti un servicio desde la línea de fondo. También Diego tuvo el segundo tanto en sus botas. Pero para entonces el Deportivo ya había empezado a encontrar resquicios en la defensa visitante. Ayudó que el paso de los minutos atemperase la codicia de los chicos que adiestra Borja Jiménez, también que Mella, Lucas y Mario Soriano empezasen a conectar. El mediapunta madrileño se movió por dentro, algo fallón pero siempre insistente. Le faltó, con todo, continuidad en las acciones por más que se vislumbrase algo ilusionante en cuanto conectaba con los compañeros que le rodeaban.
TÁCTICA
José Ángel y Mfulu tuvieron que acoplarse en un doble pivote irrelevante
Mella, que empezó en la derecha, intercambió su posición con Davo en el ecuador de la primera parte. Antes había logrado asociarse con Soriano en el pico del área para generar un incendio en el que un defensa tuvo que avivarse para evitar el remate de Lucas. El saque de esquina lo remató Mfulu para que el portero visitante se luciese.
Fue uno de los contados destellos de un Deportivo superado sobre el que Idiakez intervino en la caseta. Más allá de darle minutos a Eric Puerto bajo palos, llamó a Barbero, prescindió de José Ángel, una de las dos patas del irrelevante doble pivote, y reescribió el libreto del equipo, que se tapó con dos líneas de cuatro y Lucas y el delantero almeriense en punta. El problema es que David Mella se alineaba de lateral izquierdo.
No es que ubicar al canterano ahí sea un drama, lo que lastra al equipo es sacarlo de la zona de ataque. Así que doce minutos duró el experimento. El técnico volvió a actuar, reclutó a Petxarromán y envió a Ximo Navarro a la izquierda. Mella cruzó el campo en diagonal, pasó del lateral izquierdo al extremo derecho y en la primera carrera empató el partido.
Pareció entonces que el Deportivo había entrado en el partido. Incluso Barbero pudo adelantar al equipo en un buen testarazo que despejó el portero visitante como pudo. Pero el Leganés recuperó el tono en un final y Javier Avilés, un futbolista recuperado tras varias cesiones, anotó dos tantos idénticos en pleno derrumbe deportivista, que primero se quedó sin balón y después se volvió un equipo poroso en la zaga.
Sería injusto colegir que los cambios más tardíos estuvieron en el origen de ese desplome, pero sucedió al mismo tiempo que llegaron esos relevos. Quizás las sustituciones propiciaron desajustes que aprovechó el Leganés para golpear dos veces. Y ahí se evidenció la inferioridad del Deportivo, que cayó, en fin, ante un rival que jugará en Primera División.
DEPORTIVO 1 - 3 LEGANÉS |
DEPORTIVO: Germán Parreño; Ximo Navarro, Pablo Vázquez, Pablo Martínez; Davo, José Ángel, Mfulu, Villares, Mella; Mario Soriano y Lucas Pérez. También jugaron Eric Puerto, Barbero, Petxarromán, Hugo Rama, Rubén López, Iano, Kevin y Chacón. LEGANÉS: Juan Soriano; Rosier, Arambarri, Javi Hernández, Leitón; Raba, Guirao, Chicco, Roberto López; Álex Gil y Diego. También jugaron: Sergio, Cissé, Miguel, Cruz, Franquesa y Avilés. goles: 0-1, min. 12, Diego, de penalti; 1-1, min. 54, Mella; 1-2, min. 82, Avilés; 1-3, m. 86, Avilés. árbitro: González Díaz (Comité asturiano). Amonestó a Mario Soriano, Álex Gil y Diego. Incidencias: Estadio Abanca-Riazor. 12.108 espectadores. |