Óscar Cano puso especial atención esta mañana en el remate, con el objetivo de resolver los enormes problemas que han sufrido sus futbolistas en las últimas jornadas de cara a la portería contraria.
Un solo gol ha marcado la escuadra coruñesa en sus tres últimos compromisos de liga, justo tras el 5-0 que le endosó al Badajoz en Riazor el pasado 25 de febrero. Esa ‘manita’, sin embargo, en lugar de enchufar la efectividad de los atacantes blanquiazules, parece que la ha secado. 0-0 a la semana siguiente en casa de la Balompédica Linense. 1-1 en la visita del Real Madrid Castilla al estadio blanquiazul en su siguiente cita (con un único tanto de Pepe Sánchez). Y, de nuevo, sequía en León, donde el Depor cayó 1-0 con la Cultural Leonesa.
Obligado a marcar el domingo ante el Celta B para regresar a la senda del triunfo, después de tres partidos sin ganar, el bloque deportivista se centró esta mañana, en la Ciudad Deportiva de Abegondo, en afinar su puntería.
Tras unos minutos iniciales de calentamiento y el pertinente rondo, los pupilos de Óscar Cano afrontaron un ejercicio de centros laterales con disparos a puerta.
La plantilla rebajó la intensidad de sus dos anteriores entrenamientos y completó la sesión en el gimnasio y en la sala de fisioterapia.
El técnico explicó que “los dos mejores entrenamientos” fueron los del miércoles y ayer, ya que estaban “más orientados a la competición”, mientras que el de hoy, a dos días del enfrentamiento con el filial celeste, estaba más dirigido en recuperar las piernas de los futbolistas para que lleguen a tope para el duelo del domingo.
El preparador blanquiazul contó con todos sus futbolistas, salvo Lucas Pérez, quien se perdió su tercer entrenamiento consecutivo por un proceso febril.