Poco o nada halagüeño para el estreno de un recién descendido como el Cádiz en la presente campaña significó el abrumador 0-4 en contra con el que inició la Liga ante el Zaragoza en el Nuevo Mirandilla.
A pesar de que la columna vertebral de la formación dirigida por Paco López se mantuvo prácticamente intacta respecto al equipo que perdió la categoría el pasado año, el conjunto amarillo no acaba de carburar en defensa. De hecho, la escuadra cadista ha mantenido su portería imbatida en tan solo cuatro de las dieciséis jornadas que se han disputado hasta el momento en Segunda División.
Ni siquiera la experiencia de zagueros contrastados como Fali, Iza, Víctor Chust o la contundencia de mediocentros de la talla de Rubén Alcaraz, Fede San Emeterio o Gonzalo Escalante han dotado a la escuadra andaluza de la solidez necesaria en el segundo peldaño del fútbol profesional.
Hasta la fecha, en las primeras dieciséis jornadas de la Liga, el Cádiz ha encajado ya un total de 22 dianas, un registro que evidencia la fragilidad en tareas defensivas de un equipo confeccionado inicialmente para el retorno a la élite.
Resultados encajados como el citado frente al Zaragoza, una inesperada derrota en casa contra el Eldense (1-2) o un nuevo tropiezo ante el Huesca en El Alcoraz (3-1) han puesto contra las cuerdas al preparador Paco López.
"Los errores en defensa nos vuelven a penalizar y hay poco que objetar, hemos cosechado una derrota clara porque cuando se ponen con tres goles hay muy poco que decir. Debemos pedir perdón a la afición porque no es la imagen que merece de este Cádiz. Tenemos que levantar la cabeza porque es lo que toca cuando pierdes. Queda mucho para poder darle la vuelta a esto", declaraba un míster tocado después de la abultada derrota experimentada en tierras altoaragonesas.
Un preparador que, sin embargo, no sintió la presión de poder perder su cargo tras un empate 2-2 en Anduva que lo situó en el disparadero.
"No tengo miedo a perder el puesto. En absoluto. Queríamos ganar pero cuando encajas dos goles, hacer tres goles fuera de casa es complicado. A pesar de la lucha, la situación se complica cuando el rival consigue dos tantos, lo que hace difícil aspirar a la victoria", expresó.
En las dos últimas jornadas de Liga para el conjunto amarillo el desafío no ver perforado su marco se convirtió en realidad, dando lugar a un sentimiento de relativa confianza en su plantel.
Y es que en la jornada decimoquinta frente al Córdoba como local, el Cádiz solventó la papeleta con un cómodo 2-0 con el que sumó dos puntos importantes para alejarse de la zona del descenso.
La pasada semana, en un intenso derbi andaluz, el próximo contrincante del Dépor salió indemne del siempre rocoso campo del Granada. En Los Cármenes los dos ex primera sellaron una igualada sin goles que reforzó el sentimiento de grupo de los gaditanos.
"Hemos dejado la portería a cero otro partido más, que es muy importante. El equipo ha demostrado garra e ímpetu para ir a por el gol. Los Cármenes es un campo difícil y nos vamos con un punto más que intentaremos hacer bueno la semana que viene en casa", declaraba el pivote Fede San Emeterio el pasado fin de semana.
El blindaje defensivo en los últimos 180 minutos le ha venido de perlas al club del Nuevo Mirandilla para poder sumar cuatro de los seis puntos en juego más recientes.
En ataque, el Cádiz dispone de un arsenal de pólvora que todavía no ha terminado de explotar; en efecto, a día de hoy su máximo realizador es un potente extremo como Javi Ontiveros, con seis dianas, mientras que el ex del Lugo Chris Ramos ya ha rubricado cinco.
Delanteros contrastados como Rubén Sobrino o Roger Martí solo han aportado un gol esta temporada, mientras que el talento exdeportivista Carlos Fernández todavía no ha comulgado con el gol en el torneo de la regularidad.