La cláusula de rescisión de David Mella se doblará el próximo 1 de julio, de 4 a 8 millones de euros, y el deportivismo cuenta los días para que la finalización del mes de junio y el aumento del precio disuada a los clubes interesados en firmar a la joven perla blanquiazul. Pero, ¿con cuánta frecuencia un equipo de Segunda División pierde a un jugador por al menos 4 millones de euros? ¿Se han pagado cantidades similares en la última década? A pesar de las dificultades económicas existentes en el fútbol español, la respuesta no es demasiado favorable a los intereses del club coruñés, que trata de ampliar el contrato de Mella que finaliza en 2026.

En la última década, un total de 50 futbolistas de equipos de Segunda División cambiaron de club por al menos 4 millones de euros.  Sin ir más lejos, el Depor vendió por esa cantidad (tras una negociación) a Edu Expósito al Eibar en la temporada 2019-20, en la que Quique González también puso rumbo al club armero por 3,3 millones. La campaña anterior (2019-20), tras el descenso de Primera División, el Deportivo había recibido 6 millones de euros por Florin Andone (por parte del Brighton), 4,5 por Sidnei (Betis) y 4 por Fabian Schär (Newcastle). 

Del mismo modo, el Deportivo también se ‘aprovechó’ de un club de Segunda División cuando competía en la máxima categoría al incorporar al citado Florin Andone por 5,7 millones de euros procedente del Córdoba en el curso 2016-17.

No obstante, no hay apenas casos de pagos de 4 o más millones de euros por un jugador sin experiencia en Segunda División que milita en un equipo recién ascendido a la categoría de plata. El último precedente en este sentido es Pablo Torre, cuyo traspaso al Barcelona fue de 5 millones tras el ascenso del Racing de Santander.

Fórmula repetida

Los recién descendidos de Primera a Segunda son los equipos que han perdido más jugadores en la última década por 4 ‘kilos’ o más. Más de la mitad de los mencionados 50 fichajes (27) procedían de clubes que habían caído de la máxima categoría inmediatamente antes del mercado veraniego. Una fórmula lógica, ya que los clubes se atreven a desembolsar más dinero por jugadores que ya han demostrado su valía en Primera.

Por ejemplo, en el pasado verano del 2023,  siete de los diez fichajes se produjeron de esta forma. El Elche vendió a Lucas Boyé (7); el Espanyol, a César Montes (14), Sergi Darder (8) y Simo Keddari (4,3), y el Valladolid, a Gonzalo Plata (9), Iván Fresneda (7,3) y Cyle Larin (7,3). 

La mayoría de estos traspasos se sucedieron tras una negociación y no después del abono de la cláusula de rescisión, como sería la hipotética  y poco probable salida de Mella en este verano. El extremo cuenta con contrato hasta 2026 y ya ha demostrado su cariño al club de cara a una posible renovación. Sin embargo, el Deportivo ya ha sufrido a lo largo de su historia varios ‘clausulazos’, con el fichaje de Rivaldo por el Barça como máximo exponente, y quiere que llegue el 1 de julio cuanto antes.