Hay jugador en él, obviamente. Internacional en categorías inferiores, el extremo deportivista David Mella está derribando la puerta del primer equipo con más fuerza que nunca.
Después de haber debutado con los profesionales en la recta final del pasado curso, bajo la batuta de Rubén de la Barrera, la presente pretemporada no ha hecho más que refrendar la exquisita calidad y la chispa en su desborde que posee el santiagués.
A sus 18 años, fue un tormento para el Arenteiro desde el primer minuto de juego; canalizó el ataque coruñés, asistió a Davo en el primer tanto después de un robo casi imposible, estuvo a punto de anotar en una gran internada, provocó el penalti que marró Lucas Pérez y desesperó a sus rivales.
Aunque Imanol Idiakez parece contar con Yeremay y Davo de cara al estreno de Liga ante el Rayo Majadahonda, el ‘27’ se ha postulado como un baluarte en el ataque coruñés.
En el último envite de la pretemporada la retaguardia no exhibió fisuras con los dos ‘Pablos’ en el eje central, Pablo Vázquez y Pablo Martínez.
Apenas concedieron opciones a Miku, Pibe y el resto de atacantes del Arenteiro, que se quedaron con las ganas de perforar el marco de Germán Parreño, que también estuvo inspirado en el feudo de O Carballiño.
Especialmente por alto —una de las asignaturas pendientes de los últimos cursos— el Deportivo hizo alarde de una notable invulnerabilidad.
Tanto Ximo Navarro en la banda derecha como el joven central Dani Barcia, por exigencias del guión asentado en el ‘carril del 3’, se reivindicaron con una gran actuación personal.
El andaluz aportó profundidad y firmeza, mientras que Barcia no se complicó la vida y exhibió colocación y oficio.
Otra de las buenas noticias del duelo ante el Arenteiro fue comprobar la chispa que tiene este curso Isi Gómez.
El pivote madrileño firmó una actuación más que aceptable, conectando con precisión y criterio con sus compañeros más avanzados.
Siempre en compañía de un escudero que derrocha energía y sudor como Diego Villares, el ex del Badajoz dio muestras del talento que atesora y que en la temporada 22-23 apenas pudo sacar a relucir a cuentagotas; Kuki Zalazar como enganche tampoco desafinó, con aperturas al pie y algún disparo peligroso.
Lucas Pérez saltó al campo en la segunda parte, dejando destellos de suma calidad.
El atacante coruñés marró una pena máxima pero enmendó este error con un tanto de ‘9’ que supuso el 0-2 y con una asistencia de genio para Diego Gómez en el 0-3 final.