"Lo increíble es que esa gente sigue aquí y está hoy en el estadio", se pregunta Fabiana Reis, hermana y cuñada de los dueños de La Menuda, bar en el que trabaja, situado en la calle Almirante Cadarso, junto al estadio de Riazor, que fue atacado por varios integrantes del Frente Bokeron, grupo ultra del Málaga.
Fabiana relata el momento en el que se produjeron los hechos, la madrugada del sábado al domingo: "Aquí estaban los clientes de siempre, gente normal, de fuera, y algún aficionado del Dépor, pero llegaron los chicos estos del Málaga... Estaban yendo por todos los bares de la zona, pero el resto tuvieron suerte porque fueron muy rápidos y cerraron al momento, pero nosotros no, porque ya estábamos para cerrar, recogiendo las cosas, y empezó a venir la nube negra, pero eran muchos, muchos".
La empleada de La Menuda confiesa que "lo peor fue la sensación de miedo" que experimentó.
"¿Cómo puede suceder algo así?", se cuestiona, y apunta: "Cuando vi venir hacia aquí a todos, vestidos de negro y con capuchas, me morí y pensé, estoy en el infierno. Miraron hacia aquí y cuando vieron que había gente, empezaron a destrozar el local. A mi hermano no le dio tiempo de coger la llave y cerrar la puerta. Y los dos o tres clientes que había, ayudaron, pero no pudimos pararles".
Fabiana explica que "la Policía llegó dos horas y pico después de que sucediera todo".
"Para nosotros, la segunda parte fue peor, porque el seguro paga, todos están bien, que es lo importante, pero toda la gente llamando, pero la policía decía, 'no podemos, porque estamos detrás de ellos'. Y nosotros impotentes porque no se hacía nada", indica.
"Lo increíble es que esa gente sigue aquí y está hoy en el estadio. Nosotros tenemos que mirar por el local, por el seguro, ahora vamos a la Policía a poner una denuncia, para ver lo que pasó. ¿Y qué hicieron con ellos?, porque no sabemos. Eran como más de 100 en la puerta, pero esta gente tiene que estar en la cárcel. Había coches de la policía, furgones, pero los mandaron ir a su hotel a dormir y aquí están otra vez", se queja, dolida y aún con miedo tras lo vivido la noche del sábado.
La empleada y hermana de los dueños de La Menuda lamenta no solo el daño material causado por los ultras del Málaga, sino también por el clima de terror que se ha instalado en los aficionados del Deportivo y que ha provocado que hoy hayan registrado ventas menores a lo que suele ser habitual los días de partido.
"Hoy es un día que tenemos mucha mercancía y querían destrozarlo todo. Hay dos días al mes que son fuertes para nosotros que es cuando juega el Dépor en Riazor, pero nos han fastidiado porque, debido a lo que ocurrió ayer, la gente está con miedo y no han venido tantos clientes. Normalmente, a esta hora antes del partido tenemos mucha gente", se queja.
"Los daños los cubre el seguro, pero a ver cuándo, porque todo esto está roto", sentencia.