El instructor del atestado policial sobre la reyerta en los aledaños del estadio Vicente Calderón en la que fue asesinado el hincha del Depor Francisco Javier Romero, Jimmy, explicó que no tenían datos que hiciesen temer ese altercado, aunque luego supieron que fue un “enfrentamiento concertado” debido a ideologías antagónicas.
En la vista de ayer testificaron diez policías, entre ellos el instructor del atestado que elaboró el grupo de Información especializado en radicalismos, quien explicó que siempre vigilan a los ultras y en esa ocasión “no temían que se pudiesen desarrollar acontecimientos como los que se desarrollaron”.
Solo sabían que los del Atlético habían quedado a desayunar cerca del estadio y que desde A Coruña llegarían unos 30 ó 40 miembros del Riazor Blues, pero sin detalles.
Tras la pelea llevaron a cabo detenciones e identificaciones y analizaron móviles de los supuestos implicados, constatando -aseguraron en su relato- que fue “un encuentro concertado”, en el que algunos seguidores de los ultras del Riazor Blues llegaron a decir “vamos a mataros” a los Frente Atlético, y algunos de ´estos exhibieron en sus mensajes símbolos de extrema derecha como esvásticas”.
“La rivalidad es ideológica”, aseguró este agente, que incidió en que ambos grupos son “antagónicos” porque los primeros se definen como de ultraderecha y los segundos como antifascistas.
Este agente se ratificó, a numerosas preguntas de los letrados de la defensa sobre la seguridad con la que identificaron a los procesados, que él y su equipo identificaron sin dudas a las personas que figuran en el atestado, a algunas de las cuales las conocían de antes porque les seguían habitualmente, en su caso porque llevaba catorce años en ese grupo.
Reconoció que la Policía Científica determinó que uno de los vídeos no tenía la calidad suficiente para que esos expertos avalasen las identificaciones que se hicieron en base a esas imágenes, pero sí las avalaban otros vídeos y fotos que recabaron entre testigos.
También admitió que, como dijo el juez, “hubo un error en la identificación de una víctima”, ya que la primera persona que fue arrojado al río Manzanares no fue Jimmy sino otro seguidor del Depor.
En cuanto a las geolocalizaciones de los supuestos implicados que aportaron los policías, sobre las que varias defensas plantearon que pudieron ser alteradas, el instructor mantuvo que solicitaron los listados de conexiones a las compañías, y se enviaron al juez dos veces “de manera íntegra”. Precisaron que hay un sistema de volcado de esos datos que garantiza la custodia. El juicio continuará hoy y el resto de la semana con más testificales.