El Deportivo completó este miércoles su segundo entrenamiento de la semana, el más largo de los programados por el cuerpo técnico blanquiazul, todavía con tres sesiones más por delante antes de encarar la antepenúltima cita de la fase regular de Primera Federación ante el Linares.
El técnico blanquiazul, Óscar Cano, y el del Linares, Alberto González, se conocen a la perfección. Tal vez por eso el míster del Deportivo está ideando un plan alternativo para la visita a Linarejos.
Ante un rival que se mueve entre el 4-3-3 y el 4-5-1 y con la baja (por ahora) de Antoñito Regal, que sigue al margen del grupo por las molestias que le obligaron a pedir el cambio el pasado fin de semana ante el Alcorcón, la sorpresa podría estar en la zaga.
Fueron varias las pruebas que el técnico hizo a lo largo del entrenamiento, pero en una de ellas coincidieron en la retaguardia Pepe Sánchez, Jaime Sánchez y Pablo Martínez.
La vuelta de Pepe, que se acerca al alta médica después de haber echado el freno la semana pasada, le brinda esa posibilidad al entrenador blanquiazul.
Lucas Pérez, que no se descarta para Linarejos, hizo carrera continua y, cunado su tarea acabó, se quedó en el césped toda la sesión atento a las evoluciones de sus compañeros, sentado sobre una nevera portátil.
Quiles se quedó en el vestuario, al igual que Antoñito.
Este jueves, el Deportivo se entrenará en Riazor a puerta cerrada.