Borja Jiménez analizó ampliamente la situación del Deportivo y expresó su total confianza en que el equipo conseguirá el objetivo del ascenso directo.
"Creo que ha sido la semana más difícil que hemos tenido, sobre todo por la imagen del sábado. Lo dije en la rueda de prensa post partido que no podíamos permitírnoslo por la entidad a la que representamos. Pero son cosas que pueden pasar en el fútbol, en todos los equipos hay momentos de toque de atención, de resetear, de hacer conciencia, autoanálisis, autocrítica, y ha sido positiva en ese aspecto. Ahora bastante más tranquilo por cómo se han comportado los chicos en la semana y han intentado darle la vuelta a la situación. Hemos tenido una semana con la misma intensidad y ganas que había al principio, se han dado cuenta de las cosas que han ido perdiendo".
"Cuando te pegas un golpe como el del otro día, aterrizas, no hay vuelta atrás, la hostia es tan grande que caes de primeras. Nosotros percibíamos que el equipo tenía más problemas, lo estábamos intentando trabajar. Creo que han sido más aspectos individuales, de todo el mundo, que aspectos colectivos del juego", declaró.
"Es momento de apretarse, se ha puesto más peliagudo, pero que nadie piense que el Deportivo ha dicho su ultima palabra. Hasta mayo queda mucha tela que cortar", advirtió.
El míster blanquiazul ha visto esta semana "un equipo muy, muy vivo, con muchas ganas, herido, dolido, con esa responsabilidad de que deben algo" a los aficionados.
"Sigo con la misma confianza porque así me lo transmite el club y la siento yo. No me siento cuestionado por parte de la directiva ni de la dirección deportiva. No hubiera tenido sentido si no un respaldo tan grande esta semana. La apuesta del club es fuerte por la continuidad, cuando firmamos no lo hicimos para un proyecto de un año. No hay nada raro", dijo sobre su futuro.
Borja Jiménez confía, aún, en el ascenso directo: "En mi cabeza no está todavía jugar playoff. Lo vamos a intentar hasta el último segundo y lo vamos a conseguir".