El tercer empate consecutivo del Deportivo en Riazor, cosechado el pasado sábado ante el Cornellà (1-1), confirmó el bloqueo y las dificultades que está sufriendo el equipo coruñés para abrir las defensas rivales con acciones combinativas. De hecho, el primer gol a favor como local no llegó hasta el reciente duelo frente al equipo catalán y se produjo a balón parado –cabezazo de Pablo Vázquez en un córner botado por Hugo Rama–.
El técnico Imanol Idiakez valoró tras el partido la ansiedad desprendida por su equipo en ataque aunque se mostró “convencido” de que “antes o después” aparecerá el “talento individual” que desbloquee este tipo de encuentros.
“Los últimos metros son los más caros y más difíciles. Y más cuando se plantan siete tíos… Les cuesta a los mejores del mundo y a nosotros nos está costando. Estamos necesitando ese mano a mano, ese talento que hemos tenido. Estoy convencido de que antes o después va a aparecer ese talento individual”, apuntó.
La preocupación del técnico es lógica, ya que, en el apartado de goles en ataque combinado, es el peor inicio de temporada del Depor desde que compite en la tercera categoría del fútbol español. En estas primeras cinco jornadas únicamente ha conseguido dos tantos en jugadas colectivas ante defensas ordenadas, además de un tanto al contraataque y otros dos en acciones a balón parado, mientras que en las tres campañas anteriores iguala o supera la cifra de tres dianas en ataques combinados.
La salida en verano de Alberto Quiles y Mario Soriano y la plaga de bajas en ataque (Yeremay, Lucas, Mella y Barbero) ha vaciado el Deportivo de jugadores expertos en desatascar partidos cerrados, algo que los rivales saben y explotan cuando se enfrentan a los de Imanol Idiakez.
La comparación entre los goles anotados en ataque combinado en este inicio liguero y en las tres temporadas anteriores deja en un lugar delicado al actual Depor, sobre todo si confronta con los tantos logrados en los dos arranques de curso con Borja Jiménez en el banquillo (2021-22 y 2022-23).
El Depor del técnico abulense se fue hasta los ocho goles en ataque combinado en las primeras cinco jornadas de la 2021-22 con especial mención para Quiles, autor de cuatro de ellos. Además, aquel equipo consiguió anotar dos goles al contragolpe, uno en ataque directo y otro a balón parado.
El arranque del Deportivo con Borja Jiménez en la campaña siguiente, la 2022-23, fue menos brillante pero aun así volvió a demostrar cierta capacidad para desbloquear partidos cerrados con cinco goles en ataque combinado.
Diego Villares y Mario Soriano, con dos tantos cada uno, destacaron en este tipo de acciones, mientras que el Deportivo 2022-23 también perforó la portería rival en las primeras cinco jornadas con dos dianas a balón parado y una en un contragolpe de Mario Soriano ante la Balompédica Linense (2-1). El mediapunta robó el balón en la frontal, regateó a dos rivales y definió por bajo.
Incluso el Depor de la temporada 2020-21, con Fernando Vázquez en el banquillo, logró más goles en ataque combinado ante defensas cerradas. Claudio Beauvue y Eneko Bóveda marcaron así en el debut ante el Salamanca UDS (2-1) y José Lara culminó una jugada colectiva ante el Coruxo (1-0). Un golazo de Héctor Hernández a la salida de un córner ante Unionistas (0-1) completó la lista de goles en las primeras jornadas de aquel curso.