La llegada del técnico Patxi Salinas al Bilbao Athletic el pasado 14 de diciembre fue decisiva para el filial rojiblanco, que desde que el pequeño de los hermanos Salinas se sentó en el banquillo de Lezama, los ‘cachorros’ han pasado de verse hundidos en la clasificación e incapaces de ganar partidos a protagonizar una de las mejores rachas actuales del Grupo 1, dinámica que les ha permitido salir del descenso.

La metamorfosis de la escuadra bilbaína ha sido espectacular. Y eso que al exfutbolista del Athletic Club y del Celta de Vigo le costó dar con la tecla para conseguir que el filial vizcaíno volviera a saborear una victoria.

Imanol de la Sota inició la temporada como entrenador del Bilbao Athletic. El estratega de Santurce heredó un equipo que, de la mano de Joseba Etxeberria, la pasada campaña se quedó a un paso de subir a Segunda División.

Los ‘cachorros’ de Lezama comenzaron el curso con un triunfo en Zamora (0-1). Sin embargo, inmediatamente después aparecieron las sombras en los rojiblancos, que encajaban goles con mucha facilidad y solo lograron sumar una victoria más en los otros quince partidos que dirigió De la Sota. En total, durante su etapa registraron un balance de dos triunfos, siete empates y siete derrotas, con trece goles a favor y 21 en contra (la séptima escuadra más goleada del Grupo 1 en aquel momento).

Reacción a fuego lento

El 13 de diciembre, tras el 3-0 encajado en casa del DUX Internacional, la entidad bilbaína destituía a De la Sota y un día después anunciaba el fichaje de Patxi Salinas. Al técnico de 58 años le costó hacer funcionar a los vizcaínos, ya que debutó con derrota, sumó un empate a la siguiente jornada y luego logró un triunfo ante un Extremadura (3-0) que estaba más muerto que vivo.

Tres derrotas siguieron a esa victoria frente a los extremeños, dinámica que hizo crecer la preocupación en el entorno rojiblanco, que veía cómo la permanencia se escapaba a seis puntos, tras celebrarse la jornada 22.

A la semana siguiente, los ‘cachorros’ despertaron de su letargo para protagonizar una racha que asusta. Desde entonces, han jugado siete partidos (sin contar el encuentro de la pasada jornada ante el Extremadura, que lógicamente se le da por ganado por 0-2 por la expulsión del club azulgrana de la competición), luciendo un balance de cinco victorias, un empate y una derrota.

La fortaleza defensiva ha sido clave en el resurgimiento, ya que Patxi Salinas ha logrado que sus pupilos pasen de ser uno de los conjuntos más goleados de la categoría a formar un bloque muy difícil de batir.

Cinco porterías a cero

De hecho, en sus siete últimos compromisos, la escuadra bilbaína ha dejado su portería a cero en cinco ocasiones, cuando tan solo había sido capaz de mantener su meta imbatida cuatro veces en los 22 encuentros anteriores.

En esta buena dinámica, solo encajó en el empate (1-1) en casa del Rayo Majadahonda y en la derrota —eso sí, sonrojante— en el campo del Talavera de la Reina (4-0).

Si en la jornada 22, el Bilbao Athletic estaba a seis puntos de la salvación, ahora mantiene una ventaja de cuatro puntos sobre el descenso.