“Berto es uno de esos jugadores por los que uno se alegra el doble. Se merece jugar todos, como todos los de aquí, pero su día a día es espectacular. Se debería enseñar en los colegios el cómo comportarse cuando uno no juega, muy contento. Estos minutos de los últimos partidos de Berto son el premio de un trabajo en la sombra importante”. En estos términos se expresaba Imanol Idiakez tras la victoria ante la Cultural Leonesa, en la que el atacante asturiano había contribuido, con una asistencia, al gol de Davo (2-0). 

Menos de 300 minutos con el Depor para un jugador que en este tramo final reconoce estar feliz por tener ahora la oportunidad y que admite que sus circunstancias las viven también otros compañeros.

“La situación es la mía y la de muchos compañeros, somos 25, todos queremos jugar y no podemos estar todos. Hay que entrenar todos los días para si se da la oportunidad. A lo mejor la semana que viene le toca otro a compañero rendir y dar lo que el equipo necesite. No era la primera vez que me pasaba (la de no jugar con regularidad). Me pasó en Santander (con el Racing). Lo llevo con naturalidad, estaría más contento con minutos, pero seguí entrenando duro hasta que me llegó la oportunidad. Nuestro deber es entrenar a tope para cuando el míster lo decida, estar”, aclaró en sala de prensa.

Charlas con Idiakez

Asimismo, al ser preguntado, admitió que había hablado en varias ocasiones con Imanol Idiakez. “Tuve un par de charlas con él, nunca hubo problema. Me dijo que siguiera entrenando, que era de admirar como yo y el resto (de compañeros que no juegan) estábamos entrenando y que era importante para el equipo que siguiéramos apretando”, afirmó. Reconoció que él siempre confío en sus opciones de acabar jugando y teniendo participación en el Depor y por eso no salió en el mercado de invierno.

“Siempre lo pensé, que tenía la capacidad de tener minutos en este equipo, por eso decidir quedarme aquí en Navidad, porque pensé que podía tener minutos”, comentó el jugador en sala de prensa.
Reseñó que, en esos meses que no jugaba pasó situaciones complicadas, pero con la ayuda de sus compañeros y su apoyo lo llevó mejor.

“Son momentos difíciles, a veces te vas a casa y piensas un poco de más, te da a veces el bajón. Pero hay tantos (compañeros) como yo y nos ayudamos unos a otros, los que juegan y no y eso es lo importante”, comentó.

Rivas, meta de garantías

También habló sobre el hecho de que Diego Rivas, preparador de porteros del Arenteiro, vaya a estar bajo palos este domingo en Riazor y puso en valor su experiencia: “Diego Rivas tiene una trayectoria de muchos años en el fútbol profesional, no es que me vaya  poner yo de portero. Seguro que el que juegue va a estar a tope para jugar, sino no lo pondrían, pero no pensamos mucho en ello”.

Repitiendo el mantra común entre todos los que conforman el equipo incidió en que sólo están centrados en el día a día y en el partido a partido y apeló a no mirar más allá que al siguiente encuentro.

“Pienso en ganar al Arenteiro, lo que hagan el resto de rivales no depende de nosotros. Estamos centrados en el domingo, es como una final, así lo consideramos. Si los rivales pinchan mejor, pero centrados en nuestro partido”, subrayó.

Un encuentro el de este domingo en Riazor que afrontan como “una final. Tenemos respeto por el rival, hay que ir al cien por cien. Si no salimos así lo vamos pasar mal”.