“Dani ha jugado como si no hubiera estado lesionado, como si no hubiera estado parado. Como dije en la previa, está entrenando con normalidad y después de su lesión solo le falta jugar”, manifestó Óscar Gilsanz el pasado 2 de febrero en la sala de prensa de Ipurua al final del partido contra el Eibar. El Deportivo acababa de imponerse por 0-1 con Barcia en el equipo dos meses y medio después.
El canterano había disputado su anterior partido el 17 de noviembre de 2024, en Almería. En aquel momento, el joven futbolista había encadenado diez participaciones consecutivas en Segunda División. Todas como titular y había completado los 90 minutos en cada uno de los encuentros para sumar 900. Pero una lesión muscular en el recto anterior de su pierna derecha le obligó a parar y su lugar lo ocupó Pablo Martínez, a quien Barcia había arrebatado el puesto de central izquierdo desde la sexta jornada, en Riazor frente al Burgos.
Imanol Idiakez mantuvo en las primeras cinco jornadas de la temporada 2024-25 a la pareja titular en el eje de la retaguardia que fue clave para el ascenso a Segunda División, formada por Pablo Vázquez y el francés.Pero los seis goles encajados en las cinco primeras citas del curso, las tres derrotas sufridas y la falta de seguridad ofrecida por Martínez, con varios errores graves, llevaron al técnico vasco a sentar al galo y alinear a Barcia como central izquierdo junto al valenciano.
Al canterano no le pesó su estreno en el fútbol profesional. Asumió el reto y se asentó en la demarcación a base de seguridad, criterio para sacar el balón jugado desde atrás y una madurez impropia para su edad que le llevaron a encadenar diez titularidades consecutivas.
“Ha hecho un señor partido. Es una alegría porque una de nuestras señas de identidad es Abegondo, nuestra gente”, dijo Idiakez sobre el joven zaguero tras el 0-0 en Elche, donde fue el mejor.
Tras la duodécima jornada de Liga, Gilsanz sucedió al preparador donostiarra en el banquillo y Barcia se mantuvo en el once hasta que los problemas físicos le impidieron seguir jugando y Pablo Martínez recuperó la titularidad. Esta vez sí que el francés aprovechó la oportunidad para asentarse junto a Pablo Vázquez.
“Mi inicio de temporada fue malo. Me vino bien sentarme un poco en el banquillo porque te das cuenta de que otros lo están haciendo muy bien. Barcia lo está haciendo de puta madre y menos mal que vino la lesión, porque si no, creo que no entraba en el equipo”, admitió el propio ‘PaMa’ tras su retorno al once frente al Sporting en Riazor con una notable actuación del jugador galo.
Fue el primero de los nueve encuentros consecutivos de Liga que disputó como titular junto a Pablo Vázquez.
Barcia se reintegró al trabajo con el grupo tras las vacaciones de Navidad, pero aun así, tuvo que esperar hasta el 2 de febrero para retornar a la competición.
“Volvió de la lesión después del parón de Navidad, llevamos un mes que está entrenando con normalidad, coincide con un buen momento de los centrales, pero volverá a tener minutos y él sabe que cuando tenga la oportunidad, seguramente la aproveche”, explicó Gilsanz en la previa del partido de Ipurua. Finalmente, el canterano fue titular y jugó como si no hubiera estado dos meses y medio parado. De hecho, completó el partido. Pablo Martínez, por su parte, entró al campo en el minuto 82 para dar descanso a Yeremay.
La buena actuación del canterano en su retorno a la competición hacía esperar que se asentara de nuevo en el eje de la retaguardia junto a Pablo Vázquez. Sin embargo, el entrenador sorprendió al alinear de nuevo al francés el pasado domingo, ante el Almería, y dejar al coruñés en el banquillo. De hecho, el joven zaguero no disputó ni un minuto.
La batalla por el puesto de central zurdo está servida, debido al buen rendimiento de Martínez y Barcia y a las últimas decisiones de Gilsanz.
Pablo Vázquez es el único de la plantilla que ha sido titular en los 26 partidos de la Liga 2024-25. El lado derecho del eje de la zaga tiene dueño, mientras que su pareja en la izquierda unas veces ha sido Pablo Martínez y otras, Barcia. No parece fácil ver jugar juntos de inicio en el centro de la defensa al francés y al coruñés, centrales zurdos. Sin embargo, el valenciano no ha ofrecido la misma fiabilidad desde el último partido de 2024, lo que abre la puerta al debate.
Un despeje de cabeza sin control de Vázquez facilitó la jugada de peligro que originó el 0-2 ante el Mirandés (0-4). En el partido siguiente, en Málaga, le faltó contundencia en la acción del 1-1. En Burgos (0-1), tuvo un despiste en los primeros minutos, aunque luego se entonó. La jugada del 1-2 del Levante en Riazor se originó tras un fallo suyo por falta de comunicación con Helton. Contra el Almería tuvo varios errores claros que no aprovecharon los atacantes rivales.