El portero Alberto Sánchez vivió un sueño el pasado domingo en Riazor. Pese a la derrota de su equipo frente al Deportivo (3-0) y a encajar dos goles, el guardameta cedido por el club coruñés al Unionistas tuvo la oportunidad de estrenarse en la categoría de bronce y de jugar por primera vez en el estadio blanquiazul.
Minuto 56, el portero titular del Unionistas, Salva, ve la tarjeta roja y, zas. ¿Qué pasó por tu cabeza en ese momento?
Yo estaba en el banquillo, como otro día más, vi que la pelota daba en la mano de Salva, que el árbitro pitó falta y ya antes de que sacara la roja me levanté y me vestí con mucha excitación porque me di cuenta de que me iba a tocar salir y me costaba asimilar el hecho de que me tocaba jugar.
Te tocó estrenarte en una tarde-noche mágica, ante casi 24.000 espectadores.
No hubo mejor día para estrenarme. Hay gente que me ha dicho que podía haber sido jodido porque había mucho público y te quedas con uno menos, pero personalmente me gustó el escenario en el que pude debutar, porque fue en Riazor, que es el estadio del club al que pertenezco. Además, delante de mi familia y de mi novia, así que en ese sentido me sentí ilusionado, aunque a nivel colectivo no fue bueno porque sufrimos una derrota.
La pasión por el Depor en A Coruña, con tal cantidad de público pese a jugar en la tercera categoría, supera cualquier expectativa.
Es algo inexplicable, espectacular. Pienso que, además, es algo que se va retroalimentando solo. La gente va viendo que es algo increíble y por eso cada día crece más. La afición es la que no está dejando morir al Deportivo y lo mantiene ahí.
Es algo inexplicable, espectacular; la afición es la que no está dejando morir al Deportivo y lo mantiene ahí
¿Tus compañeros te han preguntado alguna vez cómo es posible semejante delirio blanquiazul?
Sí que hay muchos compañeros que me preguntan sobre el Depor, Riazor, el ambiente, cómo se vivió el playoff del año pasado, que había mucha gente... Yo ya lo había vivido como espectador y jugador, pero desde el banquillo y la grada, aunque fue mi primera vez en el campo y es normal que a los jugadores que nunca lo han experimentado les sorprenda.
En ese sentido, ahora juegas en otro club que, pese a su humildad, también cuenta con un fuerte sentimiento social.
Sí, sin duda Unionistas es un club especial, popular, de los socios, muy cercano, familiar y donde la afición es muy fiel. Aunque el número de abonados es inferior al del Depor, es una afición muy agradecida y eso también es de valorar porque aunque no nos salgan las cosas, como ahora, siempre están ahí y animan.
Aunque sabía que iba a ser suplente, me imaginaba poder entrar y tener minutos. Que se haya hecho realidad es muy bonito
Tu primer partido en Riazor, y fue en el equipo rival.
Es irónico porque estuve cerca de jugar varias veces. El año pasado o cuando bajamos fui convocado y pude tener oportunidades. Aunque sea vivirlo en el equipo contrario es bastante satisfactorio para mí y estoy muy contento.
¿Cómo era el sueño de tu estreno en el estadio coruñés?
Soñaba con una noche parecida a la del domingo, con muchísima gente, un ambiente espectacular. Cuando estaba en el Deportivo, soñaba con vestir la camiseta, pero aunque esta semana sabía que iba a ser suplente, me imaginaba poder entrar y tener minutos. Que se haya hecho realidad es muy bonito.
Debutar frente a Lucas Pérez tiene que ser tremendo.
Sí, porque es un delantero de nivel de Primera División, que hasta hace dos semanas estaba jugando y metiendo goles en Primera. Es un orgullo ver las fotos en las que salgo con Lucas y decir, mira.
Es un orgullo ver las fotos en las que salgo con Lucas y decir, mira
¿Qué te impactó más de él?
Lo primero, la masa social que arrastra y lo que ha sido capaz de mover. El récord de esta temporada en Riazor habían sido los más de 18.000 espectadores contra el Racing de Ferrol, que era un derbi, pero que contra nosotros haya 24.000 personas es por la masa social que arrastra Lucas. Es un jugador muy completo, con mucha calidad, un golpeo con la zurda excepcional y difícil de parar tanto para los porteros como para los rivales.
¿Qué te dijeron tus compañeros blanquiazules?
Hablé con ellos al acabar el partido y me dieron la enhorabuena por mi debut. Además, como voy a poder jugar el próximo partido, me dijeron que aproveche la oportunidad. Y Quiles me dijo que tiró el penalti a lo Panenka porque nos conocíamos.
Cómo te la lio.
Sí, lo hizo bien, la verdad. Nunca me habían tirado un penalti a lo Panenka y hay que tener agallas para lanzarlo así.
¿Qué reencuentro te generó más ilusión?
Me hizo mucha ilusión reencontrarme con jugadores y gente del cuerpo técnico como Alberto Casal, el doctor Lariño, Suso el utillero, el doctor Barral... mucha gente con la que coincidí en el Depor estos años y que se acuerdan de mí. Es gratificante verlos de nuevo.
En mi cabeza siempre está el Deportivo pero, de momento, estoy en Unionistas y pienso en defender la portería el sábado contra el Pontevedra
¿Te imaginas siendo el portero titular del Depor algún día?
En mi cabeza siempre está el Deportivo y es bonito pensarlo, pero me marco objetivos a corto plazo y, de momento, estoy en Unionistas, que es un club muy bueno y pienso en defender la portería el sábado contra el Pontevedra y poco más.
¿La incorporación de Lucas puede permitirle al Depor dar el salto definitivo para regresar al fútbol profesional?
Ojalá que lo haga. Ya antes de Lucas, el Depor tenía una plantilla muy buena para la categoría y se estaba viendo que en estos últimos partidos el equipo estaba funcionando y acercándose al liderato, pero Lucas es como la guinda que le faltaba al pastel y después del debut, marcando dos goles, es más favorito si cabe.
Después del palo contra el Albacete, cuando ya se veían en Segunda División, es complicado cambiar el chip y hacerse otra vez a la Primera RFEF
¿Entiendes la irregular primera vuelta blanquiazul?
Siendo realistas, después del palo en la final del playoff contra Albacete, cuando ya se veían en Segunda División, es complicado cambiar el chip y hacerse otra vez a la Primera RFEF. Además, el nivel de la competición va subiendo con equipos como Alcorcón, Córdoba o Castilla y cada vez va siendo más difícil. Ganar fuera de casa es muy complicado, entonces enganchar una racha de cuatro o cinco partidos ganados es muy difícil.
¿Qué es lo que más te gustó de la escuadra deportivista durante el partido del pasado domingo?
La afición.
¿Y de lo que se vio en el terreno de juego?
Me gustó mucho la movilidad que tienen los puntas, Mario Soriano, Quiles, Lucas, que también es muy móvil, y eso hace que sea muy difícil para la defensa referencial porque los delanteros generan muchos espacios que pueden aprovechar otros jugadores.
Se me quedó grabado cuando entré al campo, llegar a la portería de los Blues y ver que me aplaudían
¿Qué momento se te ha quedado grabado?
Uno de los momentos que se me han quedado grabados es, cuando entré al campo, llegar a la portería de los Blues y ver a la afición que me aplaudía y se acordaba de mí. Y después del partido, ver a mi novia cómo me saludaba y a mis padres saludarme y mandarme besos. Es un momento que me emocionó mucho y que tengo grabado.
Es la primera vez que estoy en un primer equipo y ver un vestuario por dentro te curte
¿Qué rival es más peligroso para el ascenso directo, el Córdoba o el Alcorcón?
Cualquiera va a ser muy complicado. El fútbol es muy de dinámicas. El Alcorcón lleva una dinámica muy buena, pero incluso el Racing, que parece que se descuelga un poco, o el Castilla, que viene con fuerza, se meten ahí. Es difícil mojarse en eso.
¿Cómo te sientes en Salamanca?
A nivel personal estoy más cerca de mi ciudad, que es Plasencia, y en ese sentido, feliz porque me permite estar más cerca de mis familiares, de mis amigos y de lo que era mi entorno antes. Y feliz con mis compañeros, aunque no jugar es complicado, pero con esto que ha sucedido estoy muy contento por haber tenido la oportunidad y la otra ocasión que se me presenta este sábado.
¿Qué te está enseñando esta experiencia?
Una de las cosas que más estoy aprendiendo es que es la primera vez que estoy en un primer equipo, que pertenezco a él, porque aunque en el Depor a veces iba convocado, no tenía ficha. Ver un vestuario por dentro te curte. Y estar lejos de mi familia, aprender a estar solo, que eso también te fortalece, y el hecho de estar en un banquillo.