Aitor Buñuel, a punto de volver
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Aitor Buñuel, a punto de volver

El defensor del Racing de Ferrol sufrió cuatro fracturas en la cara por un choque con Pablo Vázquez: “Se preocupó mucho por mi estado”
Aitor Buñuel, a punto de volver
Aitor Buñuel abandona el campo tras el choque contra Pablo Vázquez. Foto: Quintana

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Aitor Buñuel ya está prácticamente recuperado. Este miércoles compareció en rueda de prensa por primera vez desde que fue sometido a la operación tras su golpe con Pablo Vázquez en el partido ante el Deportivo en la tercera jornada liguera.


No dudó el central del Racing de Ferrol en agradecer al jugador deportivista su comportamiento: “Desde el primer momento intentó ponerse en contacto conmigo. Se preocupó mucho por mi estado”. Y es que Pablo Vázquez, al día siguiente del choque fortuito, fue a ver al de Navarra al hospital. Estuvo allí alrededor de una hora y media, mientras Aitor se sometía a una serie de pruebas y, finalmente, se tuvo que marchar sin poder verlo. No quedó ahí el intento: “Volvió el día después con otro compañero mío del Tenerife (José Ángel). Me comentó que le daba rabia que yo hubiese salido tan afectado, pero esto es fútbol y son gajes del oficio”. 


Desde la sala de prensa, aprovechó para enviarle un mensaje tranquilizador y recordarle que él no tuvo ninguna culpa. Le agradeció, una vez más, el interés mostrado. Incluso, entre risas, rememoró que Pablo también se llevó ocho grapas, que no es poco.

 

Ausencia del miedo 


Han pasado casi seis semanas desde el susto que dejó a Riazor con el corazón en un puño. Y aunque él en ese momento perdió la noción de lo que estaba sucediendo, sus compañeros se echaron las manos a la cabeza al ser darse cuenta de la gravedad del golpe.

 

Al ser preguntado por la acción, rememoró el paso a paso: "Es un centro lateral que viene un poquito llovido. Hago el gesto con la cabeza para imprimirle un poco más de fuerza al balón y despejarla más lejos y es en ese momento cuando aparece el jugador del Dépor, Pablo, e impactamos. Yo impacto con la cara contra la parte más dura de su cabeza". El defensor no dudó en bromear al recordar que, aunque estaba un poco groggy, tenía la seguridad de que había despejado ese balón, así que se fue un poco más tranquilo. De camino al hospital, la celebración de la afición deportivista por el gol de Yeremay, no le hizo gracia: "Ya una vez en la ambulancia recuerdo escuchar el gol del Dépor, que me puso un poco de mal humor".


Ahora, tirando la vista atrás, Aitor Buñuel se siente un afortunado: “Los golpes en la cabeza pueden ser muy peligrosos. En ese sentido, tuve la suerte de que todo se quede en una anécdota que poder contar. Me sentí muy arropado, afortunado y agradecido por lo que tengo”. 

 

Es cierto que una situación como la que vivió el futbolista del club ferrolano da vértigo, sobre todo cuando uno toma conciencia de lo que realmente ocurre: "Cuando veo el TAC, veo las imágenes y veo todas las fracturas, me doy cuenta de que no es ninguna broma. Afortunadamente solo quedó en las fracturas". 

 

El peor momento vino unos días después del golpe, concretamente, pasadas unas horas de la intervención quirúrgica: "Las 48 horas después fueron terribles. Tenía una inflamación tremenda y mucho agobio". Pero después de la tormenta, siempre llega la calma y Aitor Buñuel estuvo rodeado de los suyos para sobrellevar el postoperatorio: "Estuvo mi familia, mis compañeros, gente del club... Cada día fui viendo el progreso. Siempre tuve el ánimo de tomarme las noticias bien. Y ahora estoy muy feliz de poder estar ya con mis compañeros”.


Eso era lo que más ansiaba el navarro. Volver a ponerse las botas y pisar el césped para ayudar a sus compañeros a continuar con la buena racha que atraviesa el equipo. Tendrá que regresar acompañado de una máscara: “Tenerla me da más seguridad y confianza.  Si soy sincero, me la habían pintado tan mal que, al ponérmela, las sensaciones fueron mejores de lo que me esperaba. Me reduce un poco la visibilidad, pero me estoy acostumbrando bien a ella. Me veo con la capacidad para poder competir con ella al máximo nivel”.


Podría haber cabida para el miedo, pero eso no va con él: "En el primer entrenamiento con el grupo ya me llevé dos manotazos y ya despejé un balón de cabeza". Se mostró comprometido con su vuelta y valiente a la hora de afrontar una posible situación similar: "Desde el momento en el que tuve la lesión, siempre he tenido claro que a la primera oportunidad que tuviera, iba a meter la cabeza". Así es como entendía el fútbol Buñuel, y así es cómo lo sigue entendiendo después de un golpe que le provocó cuatro fracturas en la cara.


Gran parte de la culpa la tiene su familia: "Es mi forma de ser, es lo que me han enseñado desde pequeño. Se dice que los navarricos somos un poco especiales en ese sentido, que siempre vamos con todo. La gente que me conoce no tenía ninguna duda y, cuando pueda demostrarlo en el verde y se presente una acción similar, estoy 100% convencido de que volveré a meter la cabeza las veces que haga falta".

 

La operación

 

El que fue médico del Dépor durante 17 años, Carlos Lariño, estuvo presente en la comparecencia de Aitor Buñuel. 

 

Al ser preguntado por la complejidad de la intervención a la que fue sometida el central, explicó que la principal dificultad estaba en las vías de acceso. Las fracturas del futbolista navarro se encontraban en la cara, y eso implica especial meticulosidad con las cicatrices. Se accedió por el paladar y por debajo del párpado.


Lariño desarrolló que Buñuel tenía la cara hundida y el proceso trataba de levantar todo el macizo facial y colocarlo en su postura. En ese momento se colocan las placas de titanio para fijarlo y reducirlo. Declaró que fue una operación que requirió anestesia general y posterior tratamiento intravenoso para el dolor y antiinflamatorios.

 

Ahora, el médico del club aseguró que no hay ningún trabajo específico que puedan hacer en el gimnasio para rehabilitarlo. Han de esperar a que la inflamación vaya disminuyendo y consolide. La mayor preocupación de los servicios médicos, confesó, es que tras el periodo de inactividad, haya algún problema muscular que le evite volver con normalidad.


Respecto a loz plazos marcados, Lariño recordó que el central tuvo una buena avería, pero que todo está yendo sobre ruedas. Se aventuró a decir que este fin de semana quizás sea pronto para ver a Buñuel de vuelta, aunque estando a miércoles, no es algo que se descarte.

Aitor Buñuel, a punto de volver

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