Cerca de 500 partidos como profesional disputó José Manuel Aira (Ponferrada, 1976) durante su etapa como jugador. 149 de ellos con el Fabril, cinco con el Dépor —dos de Liga y tres de Copa del Rey— y 70 con el Racing de Ferrol. Precisamente, el cuadro ferrolano fue el rival al que más veces se midió como futbolista, con un total de quince enfrentamientos y también la primera plantilla que dirigió como técnico, tras colgar las botas. Entrenó a los verdes entre 2011 y 2014, a los que cogió en Tercera División, ascendió a Segunda B y clasificó para la promoción de ascenso a Segunda en su tercera y última campaña. Se encuentra sin equipo desde el pasado 10 de noviembre, cuando el Alavés lo destituyó después de dos temporadas y media al frente del filial vitoriano.
¿Qué tal la experiencia entrenando a un filial?
Muy positiva en todos los aspectos. Era la primera vez que entrenaba a un filial y pensé que me iba a costar más, pero muy contento de cómo salió, de la experiencia y satisfecho.
Está en la capital herculina desde su marcha de Vitoria.
Mi familia reside en A Coruña, así que cuando no entreno, me acoplo y soy un coruñés más, porque ya llevo mucho tiempo aquí. Me dedico un poco a lo que hacemos los entrenadores cuando no estamos entrenando, estar un poco atentos, ver fútbol y aprovechar el tiempo con la familia, que cuando estoy fuera no lo puedo tener, así que es importante también.
¿Va mucho a Riazor?
Sí. Cuando me coincide, suelo ir por Riazor, A Malata, Lugo, Ponferrada... Sitios cercanos y que me quedan a mano para ver fútbol.
¿Vio el Dépor-Cartagena?
No lo vi en directo, pero sí después. Creo que el partido estuvo muy condicionado por la expulsión de Ximo, que cambió el plan inicial que podía tener el Dépor. El equipo se rearmó bien y con la estructura que le hicieron, fueron agresivos e intentaron en todo momento presionar alto e ir a por el rival. El Cartagena, con todas las debilidades que tiene, les dio esa posibilidad de hacerlo y pienso que, más allá de que el Cartagena tuvo momentos en los que lógicamente dominó con un jugador más, al final el Dépor tuvo opciones incluso de llevarse el partido en esa acción final de Mella, que era un pase atrás claro para Cristian, pero se quedó en medio entre chutar y pasar. Fue una pena esa expulsión porque era un partido que seguramente en igualdad numérica, aunque es hablar por hablar, el Dépor lo habría sacado.
El Dépor de Gilsanz es reconocible y tiene herramientas para afrontar cualquier cita
Por unas cosas u otras, volvieron a escaparse otros dos puntos de Riazor.
Bueno, las características de los jugadores que componen los equipos invitan a que en muchas ocasiones sea más factible que puedas obtener resultados positivos a domicilio, como es en este caso el Dépor. Aunque tiene virtudes para llevar la iniciativa, en casa, sin esos espacios que muchas veces los rivales le niegan a espaldas de las líneas defensivas del rival, se encuentra más incómodo porque sus jugadores más determinantes necesitan esos espacios y si el rival no te los concede, tienes que intentar crearlos para poder aprovecharlos y ahí ya tienen más dificultad. Seguramente ese sea uno de los motivos por los que fuera de casa el equipo se encuentra más cómodo y ha sacado mejores resultados.
¿Qué es lo que más le gusta del Dépor de Gilsanz?
Creo que, independientemente de que saque más o menos puntos o que un día esté más acertado con la pelota, desde la llegada de Óscar es un equipo reconocible. A nivel de plan estratégico tienen muy claro lo que quieren ser y hacer. Es un bloque que a nivel de acciones a balón parado tiene muchos recursos, maneja muchas situaciones y las ha aprovechado. Y después está que de mitad de campo para arriba tiene esos futbolistas diferenciales a los que está sacando mucho partido y aunque tengan esos momentos irregulares, son futbolistas que en una acción pueden resolver un partido, como lo están demostrando. Pero me quedaría con que es un equipo reconocible y tiene herramientas para afrontar cualquier partido. Creo que las bases de partida están claras.
Estamos ante una época bonita para la cantera
¿Qué le parece el rol de los canteranos, como Yeremay, Mella, Barcia o Diego Gómez, en el primer equipo?
Como jugador que he pasado por esa cantera me alegra mucho y me hace sentirme orgulloso. Ojalá que el camino siga siendo ese y que aparezcan más jugadores de cantera. Detrás también vienen jugadores que pueden aparecer más pronto que tarde, Diego Gómez ha vuelto y seguramente vaya teniendo más minutos. El otro día va Samu convocado, va Mardones, Rubén está en Barcelona haciendo las cosas bien... Creo que estamos ante una época bonita para la cantera, lógicamente esos chicos jóvenes tienen que ser ellos los que empujen y se hagan notar porque esas puertas del primer equipo están más abiertas que nunca desde que yo llegué al Dépor. Que hoy en día tengas prácticamente tres jugadores jugando de titulares y que dos de ellos sean determinantes para la consecución de los objetivos de la categoría, indica un poco por dónde va el camino, las ideas del club con la reforma de Abegondo... Todo lo que se está haciendo es importante.
Con los siete puntos que tiene sobre el descenso, ¿puede afrontar las diez últimas jornadas con tranquilidad?
No te puedes relajar nunca porque al final los equipos de abajo, que piensas que no van a ganar, empiezan a sacar puntos y puedes coger una dinámica mala de tres o cuatro partidos sin ganar, así que tranquilos, no, pero creo que tienen un buen margen sobre esos puestos de descenso. Hay muchos equipos de por medio y creo que es para estar satisfechos con respecto a ese objetivo porque pienso que el Dépor no va a tener mayores problemas para salvarse.
Ocho jornadas sin ganar lleva el Racing de Ferrol, con siete derrotas y un empate. ¿Cuesta entenderlo?
Cuando logras ascender a una categoría profesional, normalmente la primera temporada no digo que sea más fácil, pero sí que esa inercia que traes con el ascenso y que todo es positivo suele ayudarte a que normalmente tu rendimiento esté por encima de la realidad, mientras que esa segunda temporada viene muy marcada por lo que ha sido la anterior y cuando todo el mundo se empieza a confundir porque la primera fue muy buena, normalmente en la segunda campaña suelen pasar estas cosas. Entras en una mala dinámica, un mal comienzo, empiezan las dudas, jugadores que tienen más nivel están rindiendo por debajo de lo esperado y toda esa mezcla te lleva a la situación por la que están pasando actualmente. Es una verdadera pena que, aunque es un proyecto muy estable, muy ambicioso y con bases muy sólidas, salvo milagro no vayan a poder mantener la categoría.
La escuadra ferrolana parece totalmente distinta a la del pasado curso, que incluso durante la primera vuelta ocupó puestos de playoff de ascenso a Primera División.
La temporada empezó con cambios importantes en la plantilla y aunque los jugadores que los reemplazaron fueran contrastados para la categoría, el inicio del equipo no fue bueno y muchas veces esa dinámica de las diez o doce primeras jornadas de la competición marca lo que viene después, sobre todo a nivel de confianza en cuanto a generar un clima estable, construir un buen equipo, un buen grupo de trabajo sobre el que asentar la temporada.
Si hay un partido en el que el Racing tiene que dar su mejor versión es este
¿Entendió la destitución de Cristóbal Parralo, quien les ascendió a Segunda y lideró la gran temporada pasada?
Los entrenadores vivimos de los resultados, es así de cruel porque la mayoría de las veces los resultados no dependen del entrenador ni cien por cien del trabajo que hagas durante la semana. Hay muchos factores que influyen en que el resultado sea positivo o negativo que el técnico no puede controlarlos todos. Esta profesión es así y todos tenemos asumido que cuando los resultados no llegan, el primero que va a caer es el entrenador, que tiene de confianza lo que tarda en llegar el partido siguiente. Es un poco exagerado pero es la realidad. Cristóbal seguramente tuvo más margen por lo que había hecho en el pasado, pero al final, si no llegan resultados, da igual lo que hayas logrado la temporada anterior, que no eres capaz de sostenerte.
¿A quién ve como favorito el sábado en A Malata?
Es difícil pronosticar un favorito porque creo que las clasificaciones, las estadísticas, las dinámicas de uno y de otro, cuando vas a afrontar un partido así, te pueden dar pistas, pero no son definitorias, por lo que creo que va a ser un enfrentamiento tremendamente igualado. Si hay un partido, de aquí a final de temporada, en el que el Racing tiene que dar su mejor versión es el del sábado y creo que tiene futbolistas importantes para la categoría, con capacidad de hacer daño y si están a buen nivel, pueden ser capaces de todo, y arropados por un estadio lleno y un clima más favorable que en semanas anteriores, puede ser un equipo peligroso. Y el Dépor yo creo que tiene que dar ese paso adelante para afrontar ese derbi y vamos a ver quién es capaz de llevar el partido donde más le conviene.
Nunca se midió al cuadro ferrolano con el primer equipo blanquiazul, pero sí con el Fabril con seis enfrentamientos en Segunda B, con dos triunfos, dos empates y dos derrotas. Siempre con Carlos Ballesta en el banquillo.
Me acuerdo de todos los partidos como jugador. Además, mi debut como entrenador fue con el Racing en Tercera División, contra el Fabril en Abegondo, con un empate a un gol. Entre Fabril y Racing sí que hemos tenido varios enfrentamientos, lo que pasa es que no tiene nada que ver con cuando se enfrentan los primeros equipos de las dos ciudades.
El Fabril para mí fue un aprendizaje continuo. Corral y Ballesta nos exigían mucho
¿Vivían aquellos encuentros de manera especial?
No había ese sentimiento. Creo que lo que sí sabíamos es que era un partido tremendamente complicado porque en esa Segunda B el Racing siempre era un equipo de los favoritos a todo y estaba en las primeras posiciones, entonces sabías que cuando te enfrentabas al Racing, lo hacías contra un gran equipo en esa categoría.
Llegó a jugar cinco encuentros con el Dépor. El primero, un 2-2 contra el Barcelona en Riazor en mayo de 1996, en el que fue titular y completó los 90 minutos. Bebeto hizo los dos goles blanquiazules y Guillermo Amor y Pep Guardiola, los azulgranas.
Sí, ese fue el debut, el 26 de mayo de 1996. Fue la despedida de todo un crack, como Bebeto. Fue un partido muy especial, jugó también Viqueira, David. Después salió Maikel sustituyendo a Bebeto. El míster, Toshack, nos dio la oportunidad de empezar a hacernos un nombre en el fútbol profesional, y contentos y muy agradecidos siempre.
¿Cuál fue el mayor aprendizaje que se llevó de su paso por la cantera del Dépor?
Desde el primer día, el Fabril para mí fue un aprendizaje continuo. Llegué aquí sin hacerme como futbolista y como persona y cuando dejé el Fabril, me fui al fútbol profesional y con unos valores y una exigencia a nivel personal muy alta, gracias principalmente a los dos entrenadores que tuve que fueron Corral, en un principio, y Carlos Ballesta, que durante todos esos años nos exigían y nos pedían mucho, pero el que tenía en la cabeza el ser futbolista, pudimos serlo. Ese fue el principal aprendizaje.
No sería lo que soy como entrenador si Isidro Silveira no me hubiera dado la oportunidad
La mayor parte de su carrera se desarrolló en Segunda División, con casi 300 partidos. 70 de ellos fueron con el Racing en dos etapas distintas. Y luego, como entrenador, protagonizó tres campañas muy intensas. En la 2011-12 se quedaron cerca del playoff de ascenso a Segunda B. Al curso siguiente subieron a la categoría de bronce y en la última estuvieron cerca de ascender a Segunda.
El Racing, junto con el Dépor, son los dos clubes más importantes de mi carrera profesional, tanto como jugador como entrenador. Hoy no sería lo que soy como entrenador si en su día Isidro Silveira no me hubiera dado la oportunidad que me dio. Tanto a él como a su familia le estaré agradecido eternamente porque no es fácil conceder oportunidades en ese mundo y él no lo dudó. Hablarte del Racing para mí es siempre ponerlo en lo más alto, junto con el Deportivo, y siempre que voy a Ferrol o estoy con gente del Racing, solo te puedo hablar maravillas porque me tratan fantásticamente, como me ocurre en A Coruña con el Dépor. Son los dos clubes más importantes de mi carrera y me siento afortunado y privilegiado del trato que recibo en los dos.
El sábado le costará decantarse por uno de ellos.
Sí, será complicado. Que sea un buen partido, que lo disfrute la gente y el resultado lo marcará el acierto de uno y de otro, pero lo que quiero es que se vea un buen partido y, sobre todo, que no haya ningún incidente entre las aficiones, que sea un ambiente de concordia, de disfrutarlo y después el verde decidirá.