El derbi de las Rías Altas llega en el momento decisivo de la temporada, aunque está lejos de ser lo determinante que fue en otras ocasiones no tan lejanas. Ni para el Racing, ni para el Deportivo. Ferrolanos y coruñeses han transitado durante la temporada entre la nada y el poco. Los primeros, rezagados desde hace semanas, con la permanencia convertida en misión imposible cuando todavía resta un cuarto de competición. Los segundos, dando una de cal y otra de arena, un continuo quiero y no puedo que los mantiene anclados a la zona media-baja de la tabla, aunque casi siempre con un margen prudencial sobre las cuatro últimas posiciones.
Quedan 10 partidos, 30 puntos en juego. El Dépor aventaja en 7 puntos al Eldense, primer equipo en zona de descenso. El Racing de Ferrol se encuentra a 14 puntos del Zaragoza, el conjunto que marca la permanencia. Los blanquiazules lo tienen encaminado, pero no hecho. Ya tienen experiencia en dar con sus huesos en la planta de abajo cuando nadie lo esperaba. Hoy darían un gran paso en caso de victoria. Los verdes están condenados. No existe precedente que les conceda el beneficio de la duda.
Chega o demo a Ferrol. El Deportivo, tercer mejor visitante de la categoría, suma los mismos puntos lejos de Riazor (23) que el Racing en toda la temporada. Óscar Gilsanz tiene problemas para conformar su defensa debido a las ausencias de Obrador y Ximo, lo que también condiciona en cierto modo la composición de la bisagra y la ofensiva. Al Dépor le costó dar con dos laterales fiables y ahora los tiene lesionados. El técnico betanceiro podría apostar por Petxarroman en la derecha y Martínez en la izquierda. Otra opción es que Villares repita en el costado zurdo, posición desde la que incluso marcó un gol al Cartagena. Más remota parece la posibilidad de que Mella, que ocupó esa demarcación en los minutos finales ante el cuadro blanquinegro, se sitúe en el carril izquierdo escoltado por una defensa de tres centrales, con Petxa o el propio Villares en un carril derecho que conoce mucho mejor que el contrario.
Alejandro Menéndez, que ha meneado su esquema en numerosas ocasiones, recupera a Dorrio, su jugador de campo más veces titular este curso. Menéndez recogió a un equipo noqueado después de encajar un 6-0 en el Nuevo Sardinero y lo puso de pie en su debut, con una victoria en campo del Levante (0-1). Lo del Ciutat de València fue un espejismo. Desde entonces, el Racing de Ferrol suma 7 derrotas y 1 empate en 8 partidos. Traducido a puntos, 1 de 24 posibles. Terrorífico.
El gol es su asignatura pendiente. Es el equipo menos realizador de categoría, con 18 tantos. El Racing marcó dos al Málaga en la primera jornada y tres en Gijón. El resto de partidos, uno o ninguno, lo que explica su situación clasificatoria. En los últimos seis encuentros solo ha visto puerta una vez, ante el Huesca. Y lo materializó el portero oscense Dani Jiménez con sus nalgas tras devolver el palo un disparo de Jauregi. Desde ese tanto, a los 29 segundos de partido, han transcurrido 449 minutos.
Eso sí, si los tres puntos no tienen la importancia que se les podría presuponer, sí lo tienen en el aspecto sentimental. Al menos para los aficionados de uno y otro equipo.
