Al lado de Gibraltar, en La Línea, el Deportivo firmó la media inglesa tras otro partido soso a domicilio, al que solo le puso picante en la recta final. Tuvo chispazos, pero no los rentabilizó y regresa con un punto insuficiente, que le aleja del líder, el Alcorcón, ahora a tres puntos, antes de recibir al Real Madrid Castilla en el Abanca-Riazor. 

Óscar Cano estaba dispuesto a firmar los tres puntos aunque le costara quedarse sin los cuatro apercibidos de sanción. Al final, uno y uno. Un punto más y un jugador menos para el duelo con el filial blanco, en el que no estará el máximo goleador, Alberto Quiles.

El técnico se guardó una sorpresa. Relativamente cerca del campo en el que debutó con mal sabor con el Deportivo (San Fernando), Pepe Sánchez tuvo otro estreno, esta vez como titular, en detrimento de Lapeña. El central cedido por el Granada fue de más a menos. El técnico no protegió a los apercibidos de sanción. Jugaron de inicio tres de cuatro: Antoñito, Olabe y Quiles. De los que estaban en capilla solo se quedó en el banquillo  Isi Gómez, relegado a la suplencia con el regreso Villares tras haber cumplido sanción.

Los extremos de la Balona, que se posicionó con cinco atrás, eran su gran amenaza y Antoñito la sufrió en los primeros minutos, en los que el jefe de la zaga, Pablo Martínez, pedía a los suyos alejarse del área de Mackay, de esa zona a la que le estaba  llevando el equipo de La Línea por su presión alta. 

Lebedenko fue el primero en darle aire al Deportivo con una de sus subidas por la izquierda, que estuvieron a punto de costarle amarilla a Joao Pedro y un gol al Linense porque desde la lateral ejecutó la falta Lucas Pérez y Quiles la conectó de cabeza en el segundo palo obligando al portero, Ángel de la Calzada -sustituto de Varo-, a desviar el cuero a córner.

El Deportivo vivió más a esas alturas del partido de los errores del rival que de su fútbol. La presión surtió efecto a los 12 minutos. Romero, sin querer, se la pasó a Lucas, que se presentó solo ante el portero. El 7 tuvo tiempo, pero De la Calzada tapó bien y le negó el gol al de Monelos. 

La Balona también tuvo la suya con el método más habitual de hacerle daño al Deportivo, las acciones a balón parado. Un córner en el minuto 16 lo remató solo Guti, pero, por suerte para el equipo de Cano, el rival la pifió en el remate. 

También la tuvo el Deportivo de estrategia con otra falta que ejecutó Lucas Pérez y salió a unos centímetros de la portería del equipo andaluz.

Pasada la media hora, el Linense ya llevaba cuatro saques de esquina por uno del Depor. El conjunto coruñés defendió demasiado hundido y el rival le comprometió. Koroma tuvo la más clara a los 37 minutos, pero Mackay fue providencial. Su despeje le cayó a Romero, que mandó a las nubes. Los blanquiazules se llevaron otro sustito en una falta lejana casi a continuación. Al menos, lograron ganar metros en los minutos previos al descanso, aunque sin ser capaces de traspasar la medular. Un sufrimiento para un Depor muy atascado. 

Olabe se salvó de la quinta amarilla en el primer minuto del segundo acto, en el que el Deportivo mantuvo su defensa muy retrasada ante un rival bien posicionado.

El partido demandaba cambios, hombres de refresco, una referencia arriba como Arturo Rodríguez, porque con balón el equipo no estaba cómodo ni progresaba. Pepe Sánchez, además, se llevó una amarilla por una falta que ni siquiera sirvió para cortar un ataque prometedor de los andaluces.

Sin avances ante el Linares, desesperados, Quiles recibió la tarjeta que le impedirá jugar ante el Castilla por una falta innecesaria en campo rival. 

La primera permuta del Deportivo fue Saverio por Villares, que se había llevado un golpe con el portero. 
Con los blanquiazules incómodos, casi desesperados, Olabe sirvió un pase excepcional a Lucas, que tampoco pudo superar en esta ocasión al portero del Linense. El blanquiazul se quejó de una presunta agresión de Guti, dentro del área, instantes después, y más tarde, antes de entrar en el último cuarto de hora, no pudo rematar un centro de Quiles.

Sorprende el poco aprovechamiento de la profundidad de banquillo del Deportivo. No hubo más cambios de Cano hasta los minutos finales. Aún así dispuso de la oportunidad de ponerse por delante en el minuto 79 con un centro medido de Lucas que cabeceó Quiles y rechazó el larguero. Esa acción, según reveló el míster después, alargó la presencia del onubense en el terreno de juego y demoró la entrada de Arturo.

El Deportivo encimó a la Balompédica en la recta final del choque, merodeó el arco pero nada. A Arturo le incorporó Cano al campo en el minuto 86, para acompañar a Lucas en el frente de ataque. Tuvo la suya en cuestión de segundos, pero tampoco prosperó, quizás por esa ansiedad normal del que tiene mucho menos tiempo del que espera, más en un partido como el de La Línea. El empate presionará al Depor ante el Castilla.