Hay jugadores que entran y salen, que afrontan baches en su nivel de rendimiento durante la temporada o que su protagonismo varía en función de lo que el entrenador requiera en cada tramo de la campaña. Y hay otros que llegan a un equipo y encajan de una manera tan perfecta que se convierten en inamovibles. Este último caso es el de Iker Vidal.

El lateral zurdo del Fabril es el único futbolista de la plantilla que ha tenido participación en todos los partidos ligueros. Desde que recaló en el filial deportivista procedente del Alcorcón se ha convertido en imprescindible, primero para Óscar Gilsanz y, después, para Manuel Pablo.

Pleno de encuentros

30 de 30 partidos. No se ha perdido ni uno. Además, fue titular en 27 de ellos. En los tres que salió desde el banquillo, el Fabril cosechó una derrota (ante el Numancia en la jornada 5 por 1-0), un empate (contra el Langreo, justo un fin de semana más tarde, 1-1) y una victoria, frente al Laredo por 3-0 en la 16).

Solo se ve superado en minutos por dos de sus compañeros. Álex Alfaro, con 2.486 y Óscar Marotías, con 2.406 aventajan los 2.357 de Iker Vidal que lo convierten en el tercer futbolista más utilizado del Fabril.

Solo hay tres equipos en el Grupo 1 de Segunda Federación que encajan menos que el filial deportivista (Pontevedra, Numancia y Real Ávila). Y el buen hacer defensivo del Fabril, merced al que recibieron apenas 25 goles, no es casualidad. Todo pasa por encontrar una regularidad defensiva como la que aporta Iker desde el lateral izquierdo.

Llegó el pasado verano a las filas deportivistas y firmó por dos años. En su primera temporada defendiendo la elástica blanquiazul ya se ha vuelto imprescindible en el Fabril y, aunque parecía que las bajas que sufrió el primer equipo en el lateral le podrían abrir la puerta, no fue así.

Acabará su contrato en junio del año que viene y, si las lesiones le permiten mantener esa regularidad, no sería de extrañar verle traspasar la puerta del primer equipo, quién sabe si este año, o el siguiente.