Si algo le está costando encontrar al Fabril en esta temporada, eso es la regularidad. Las numerosas lesiones, tanto en el filial deportivista, como en el primer equipo, impiden, semana tras semana, que Manuel Pablo cuente con la plantilla al completo. Sin embargo, hay cuatro futbolistas que se han convertido en imprescindibles para el técnico grancanario. Son esos que no solo acumulan gran cantidad de minutos, sino aquellos que también se encargan de definir la esencia del filial blanquiazul.
En el Fabril hay, a las puertas de la jornada 29, cuatro futbolistas que han superado la barrera de los 2.000 minutos. Y esa cifra no es más que un reflejo de su importancia en el equipo deportivista.
El primero de la lista es Álex Alfaro. El alicantino es el engranaje que hace funcionar al Dépor B y es indiscutible para Manuel Pablo. Esta temporada ha disputado 26 partidos, siendo titular en todos ellos y 2.315 minutos. Además, ha batido su mejor marca personal ofensiva al firmar cuatro dianas y otras tantas asistencias. Solo se perdió dos duelos y fue por estar con el primer equipo.
El segundo con más minutos sobre el verde es Óscar Marotías. El central es el líder incontestable de la zaga. Ya lo fue en la campaña anterior, en la que jugó 2.597 minutos. Todo hace indicar que en la presente temporada, no tardará en superar esa cifra. Fue titular en los 25 partidos que jugó y acumula ya 2.226 minutos.
Iker Vidal cruzó también la barrera de los 2.000. El lateral es el único futbolista de la plantilla fabrilista que saltó al césped en todos los partidos ligueros disputados hasta el momento. Solo en tres de ellos lo hizo desde el banquillo y su cómputo global se eleva ya hasta los 2.200 minutos.
El último en sumarse a este club fue Alberto Sánchez. El guardameta es el habitual titular para Manuel Pablo. En 24 de las 28 jornadas que van hasta ahora, Alberto ha sido el portero encagargado de defender la meta del Fabril, acumulando un total de 2.160 minutos.
Estos cuatro, a pesar de que la temporada avance y el desgaste se acumule en sus piernas, se intuyen como incuestionables de aquí a final de temporada. Eso siempre y cuando las lesiones los respeten y no se entrometan en su camino.