El partido disputado en Riazor ante el Madrid CFF el pasado 12 de octubre estuvo lleno de emociones. Por un lado, llegó la ansiada victoria en el regreso a la Liga F; por otro, reapareció una de las jugadoras a las que más cariño le guarda la afición tras una lesión miotendinosa en el semimembranoso de su pierna izquierda sufrida en el Teresa Herrera.

Henar Muiña (Gijón, 1999) recibió el alta médica esa misma semana y, el día antes del encuentro, su nombre estaba en la convocatoria por primera vez en esta temporada. En el minuto 85, Irene la hizo saltar al césped y su vuelta a los terrenos de juego se hizo real entre los aplausos de Riazor como forma de hacerle saber que la habían echado de menos.

El domingo volvió a gozar de minutos. Esta vez más, lo que le sirvió para demostrar su estado real tras la lesión. Y lo cierto es que se le vio imprecisa, aún sin el punto de forma necesario, sin el ritmo que requiere esta categoría. Necesita rodaje, sobre todo, teniendo en cuenta lo difícil que está hacerse un hueco en Primera División, donde sus compañeras están dando el nivel.

Eva Dios, que en Primera Federación era habitual suplente, este año está ofreciendo a Irene Ferreras una alternativa valiosa y ya fue titular en cinco de los siete partidos disputados. Por otro lado, Paula Gutiérrez se mantiene como una de las intocables, con siete titularidades y 605 minutos de 630 posibles. Al igual que Lucía Martínez, que solo se vio sacrificada en las dos primeras jornadas al salir con una línea defensiva de cinco para intentar frenar el vendaval blaugrana y rojiblanco. 

Sin embargo, Henar, que la pasada temporada fue una de las piezas claves del ascenso, destaca por ser una jugadora competitiva y con carácter de sobra. Seguramente sea cuestión de tiempo que la afición herculina vuelva a disfrutar de la mejor versión de la asturiana.

Los fichajes surten efecto

Por si fuese poco tener que hacerse un hueco en un equipo de Primera, los refuerzos que aterrizaron este año en A Coruña están funcionando. O eso es lo que está demostrando Ferreras en la confección de sus esquemas. Tres de los fichajes lo han jugado todo: Inês Pereira, asentada en la portería a base de buenas actuaciones que han valido puntos; Vera, elegida para acompañar a Raquel García en el centro de la zaga y Pancha Lara, que se ha ganado el carril izquierdo gracias a su seriedad.

No son las únicas que han encontrado su sitio. Olaya Enrique, a pesar de estar teniendo un arranque irregular en cuanto a minutos por la llamada de la selección española para disputar el Mundial Sub-20 y por su reciente lesión, ya acumula tres titularidades y 284 minutos. Lo mismo ocurre con Marina Artero, que también se perdió las dos primeras jornadas por el Campeonato del Mundo y la cuarta por no poder jugar ante el Athletic, club al que pertenece. Sin embargo, ante el Eibar, fue elegida por Irene Ferreras para salir de inicio.

Por su parte, Bárbara Latorre es una fija en el once inicial. Su experiencia en la máxima categoría le hace posicionarse como una de las jugadoras destinadas a liderar al conjunto blanquiazul. 

En una situación similar está la eslovaca Hmírová, que aterrizó en A Coruña tras dos años en el Sporting Huelva que le hacen conocedora de primera mano de lo que es pelear por la permanencia. 
La que no está contando con muchos minutos es Oriana Altuve, que solo reúne 31 minutos en sus botas en lo que va de temporada.