Tras una decepción siempre asaltan dudas. Es lógico y tanto el cuerpo técnico como la plantilla del Depor Abanca habrán sentido inquietud en las horas posteriores a la goleada recibida ante el Barça B. Lo positivo es que la línea mostrada durante la temporada carga de razones para creer que el equipo puede reponerse del ‘shock’. Es una cuestión de poder, pero también de la máxima motivación que implica el deber, para evitar la pena que provocaría el quedarse sin premio después de todo el buen trabajo realizado hasta la fecha.
El Depor encajó su segunda derrota en 21 jornadas. La otra -en la quinta fecha en el campo del Espanyol- no le afectó en los siguientes compromisos, que sacó adelante con resultados satisfactorios. Es por tanto el actual un momento para que el equipo muestre nuevamente su personalidad, cuando la presión y el vértigo pueden hacer acto de presencia.
El resultado supuso la derrota más contundente del Depor Abanca desde hace casi tres años. En uno de sus últimos partidos en la máxima categoría, el equipo entonces dirigido por Manu Sánchez caía por 9-0 frente al primer equipo del FC Barcelona. Como último precedente similar, el pasado curso las blanquiazules perdieron por 4-0 ante el Cacereño.
Entre el gol de Millene que puso el 3-1 y el 4-2 de Adri Ranera, el Depor vivió un tramo de partido en el que creyó en sacar algo positivo, pero finalmente volvió a sucumbir ante un Barça B que se le da mal. Y es que en estas dos temporadas en la categoría, el equipo herculino sólo ha logrado un punto ante el filial blaugrana: 1-0 y 0-3 el pasado curso; 0-0 y 6-2 este.
Al menos, el Depor no flaqueó en el aspecto ofensivo y mostró que cuenta con dos delanteras de plenas garantías. Millene y ADT sumaron un gol más a su cuenta particular y ya suman veinte entre las dos. La brasileña es segunda en el pichichi con once y la ibicenca tercera con nueve. Sólo tienen por delante a Ari Arias, quien sufrió una lesión muscular antes de la media hora. Antes tuvo tiempo para abrir la lata y sumar su decimocuarto tanto de la temporada. Regresando al cuadro herculino, si jugadoras de tres cuartos de campo como Ainhoa Marín son capaces de seguir aportando gol -en la anterior jornada hizo su tercero frente al Alhama-, el ascenso estará más cerca.
Fue el segundo partido como blanquiazul para Lucía Martínez y la centrocampista, encargada del balón parado, sumó su segundo pase de gol.
Ya sabía lo que era debutar con el primer equipo, pero Paula Novo no había vuelto a jugar con él desde la rotura de ligamento cruzado que sufrió a principios de 2023. Ante el Barça B disputó unos minutos.
La central Inés Altamira vio su quinta amarilla de la temporada antes de ser sustituida precisamente por Paula Novo y no estará ante Osasuna.