Hace unos días el Deportivo Abanca anunció la incorporación de Marina Artero (Barrika, Vizcaya, 2005). Puede parecer una más, pero tiene la peculiaridad de que el club optó por una cesión para reforzar su equipo femenino por primera vez desde su creación en el año 2016. La razón principal es que en la entidad blanquiazul entendían que la mejor opción era apostarlo todo a la cantera y al talento en propiedad. Ahora, a las puertas de una nueva etapa en la máxima categoría y con una buena base detrás, la central llegada desde el Athletic Club muestra que esta es una fórmula a tener en cuenta.
El director deportivo Kevin Cabado desveló, en una entrevista con el club, que habrá “siete u ocho refuerzos”. El tiempo dirá si firmarán más jugadoras cedidas, pero de optar por ello seguramente el perfil sea muy similar al de Marina: muy joven y con gran polivalencia.
Y es que la jugadora vasca también puede actuar como centrocampista, por lo que tendrá opciones de sumar minutos tanto en el eje de la zaga como unos metros más delante, algo que da posibilidad de descanso a jugadoras de características distintas, como Raquel García, Vera Martínez, Henar Muiña o Lucía Martínez.
En lo que respecta a su carrera, hay dos claras muestras de su potencial. Una es que en el Athletic destacó el pasado curso en su filial, disputando 22 partidos (todos como titular) y marcando cuatro goles, una cifra nada desdeñable teniendo en cuenta que era uno de los equipos más débiles de la Primera Federación Iberdrola (acabó penúltimo) y que por demarcación no era su tarea.
La otra, y quizá la más importante, es que siempre ha estado en el radar de las categorías inferiores de la selección española. Fue internacional sub-16, subcampeona de Europa sub-17 (anotó un gol en la final contra Alemania), y campeona del mundo sub-17 partiendo como titular y capitana en todos los partidos del torneo disputado en la India en 2022. Actualmente se encuentra concentrada con la sub-19 para la preparación del Campeonato de Europa que se disputará en Serbia durante la segunda quincena de este mes.
En sus tres últimos años en la categoría de plata, el Depor Abanca no optó por ninguna cesión, pero visto con perspectiva se puede considerar un periodo en el que se han sentado las bases para poder optar por esa fórmula en la actualidad.
Primero porque el Depor dispone ahora de jugadoras que llevan varios años en el club –Yohana, Raquel, Henar, Paula, Ainhoa o Millene son solo algunos ejemplos–, algo que da la seguridad de tener un rendimiento garantizado y que permite arriesgar con alguna jugadora incipiente de gran talento; y segundo por el propio crecimiento que ha experimentado el fútbol femenino en los últimos tiempos.
Los clubes están cada vez más profesionalizados y además han ido creando filiales para que se fogueen las jugadoras de la cantera. Llega un momento en el que a algunas jugadoras ese equipo B se les queda pequeño, pero aún no están listas para dar el salto al primer equipo, normalmente porque tiene unos objetivos muy ambiciosos, y es ahí donde equipos como el Depor, que han demostrado hacer bien las cosas, se presentan como un destino apetecible para dichas futbolistas. Todos ganan.
Desde la creación de la sección femenina del Deportivo en 2016, el club centró sus esfuerzos en construir un proyecto propio con jugadoras que pudieran echar raíces en A Coruña. El equipo blanquiazul nació de la mano del convenio con el Orzán y Manu Sánchez fue el elegido para ocupar el banquillo. El técnico coruñés estuvo acompañado por Pablo Pereiro, responsable de la dirección deportiva del equipo femenino, hasta que ambos fueron despedidos en el verano de 2021 tras un lustro con pleno de incorporaciones en propiedad.
En el inicio de la vida de la sección femenina se apostó por un modelo basado en reunir el talento precoz esparcido por la comunidad gallega. De este modo, jugadoras jóvenes con un gran potencial como la pontevedresa Teresa Abelleira (ahora en el Real Madrid) y la santiaguesa Nuria Rábano (jugadora actualmente del Wolfsburgo alemán), entre otras, llegaron al equipo coruñés, que también optó por hacerse con los servicios de jugadoras extranjeras con proyección como las venezolanas Gaby García y Kika Moreno.
La astorgana Cris Martínez, que todavía sigue en el Deportivo Abanca como capitana, también recaló en el club en el verano de 2016.
El Deportivo continuó haciéndose con talento en los años posteriores a pesar de no conseguir el ansiado ascenso a Primera Iberdrola hasta mayo de 2019. El club abrió sus redes más allá de las fronteras gallegas, aunque siempre manteniendo la idea de hacer fichajes en propiedad. La asturiana Iris Arnaiz y la vasca Peke firmaron por el Depor en la segunda temporada, mientras que en la tercera campaña llegaron al club la extremeña Alba Merino y la japonesa Maya Yamamoto. No son más que algunos ejemplos de incorporaciones importantes que ayudaron al equipo a conseguir el deseado ascenso a la máxima categoría
El Deportivo mantuvo su filosofía de fichajes en la campaña 2019-20, la de su debut en Primera Iberdrola, incluso con incorporaciones complicadas como fue el caso de Athenea del Castillo (ahora en el Real Madrid). Su llegada al Deportivo, después de un culebrón con el Racing de Santander, se produjo en propiedad, de la misma forma que la portera Misa Rodríguez y la central María Méndez, que también acabarían siendo internacionales por España. El Depor consiguió construir un equipo repleto de calidad que consiguió protagonizar una temporada de ensueño que sólo la expansión de la pandemia de Covid-19 pudo detener.
El Depor Abanca mantuvo la apuesta en los dos temporadas en la máxima categoría. El club coruñés siguió atrayendo talento extranjero con las llegadas de las jugadoras colombianas Carolina Arbeláez, Lorena Bedoya y Lady Andrade y las costarricenses Stephannie Blanco y Noelia Bermúdez, mientras que canteranas como Eva Dios, Carlota Sánchez o Patri López, entre otras, se hacían poco a poco un hueco en una plantilla sin cedidas.
A pesar de que clubes como Sevilla o Alavés, entre otros, consiguieron grandes resultados en los últimos años con una política de fichajes con el visto bueno a las cesiones, la apuesta del Deportivo por fichar futbolistas en propiedad fue clara e inequívoca en los primeros años de vida de la sección femenina blanquiazul.
De hecho, el Deportivo tuvo a tiro la cesión de Laia Codina cuando era jugadora del Barcelona. A pesar del potencial indiscutible de la actual central del Arsenal inglés e internacional por la selección española y de su deseo de recalar en el Deportivo, el club coruñés desechó esa opción para seguir apostando por hacerse con futbolistas en propiedad.
Laia Codina no fue la única futbolista que tuvo opciones de llegar cedida a la disciplina del conjunto herculino, pero el Deportivo se mantuvo fiel a su decisión con todas las consecuencias que ello conlleva. No obstante, la cesión de Marina Artero prueba que el Depor Abanca ha abierto la puerta a reconsiderar esa decisión.