Lidia Valentín, triple medallista olímpica de halterofilia y campeona en Londres 2012, declaró este jueves que durante su trayectoria deportiva siempre ha sido "leal a los valores del deporte" y aseguró que si volviese a nacer volvería a "pagar el mismo precio por llegar" a la cima internacional de su deporte.
La deportista leonesa, que cuenta en su palmarés con un oro en Londres 2012, una plata en Pekín 2008 y un bronce en Río de Janeiro 2016, presentó en la sede del COE el libro 'El peso de la gloria', escrito por ella, en el que repasa su vida y muestra su lado más personal desde la infancia hasta su triunfo como deportista de halterofilia.
"Cuando era pequeña y estaba en las instalaciones de Camponaraya hubo una persona, Isaac Álvarez, que me descubrió. Fue mi primer entrenador y supo ver de niña ese talento que tenía un físico portentoso y una buena actitud para este deporte", dijo Lidia, que subrayó la "ilusión" que ya tenía desde pequeña por triunfar en la halterofilia.
"Veía a la selección y quería ser como ellos. Veía a Estefania Juan, tres veces campeona de Europa, y me encantaba. Cumplí el sueño cuando vine a Madrid para poder entrenar y dedicarme a esto", señaló.
En 2008, con 23 años, acudió a los Juegos de Pekín. Finalizó quinta en la categoría de 75 kilos pero el dopaje de tres de las cuatro deportistas que quedaron por delante hizo que con el tiempo ganara el bronce. Lo mismo ocurrió en Londres 2012. Quedó cuarta pero la posterior descalificación de sus tres rivales la llevó hasta el oro.
"Me enteré de todo el escándalo justo antes de ir a Río, en 2016, en el momento en que tenía que estar centrada en otra cosa. Hubo sentimientos encontrados. Sabía que esa medalla es mía. Estuve feliz y contenta porque se destapó todo. Pensé que ya podía dormir tranquila porque nadie me iba a quitar esa medalla. He sido leal a los valores del deporte y a mis valores y por eso estoy orgullosa", confesó.
"Me siento campeona olímpica. Me ha costado mucho todo pero si volviese a nacer volvería a pagar el precio que he tenido por llegar hasta aquí. Esas dos medallas llegaron a mí por Alejandro Blanco (presidente del COE), que luchó por recuperarlas y me dijo que me centrara en competir que del resto se encargaba él", apuntó la deportista leonesa, que quiso dar "las gracias a los patrocinadores" que se fijaron en ella como "marca".
"Es una parte positiva, que te da más visibilidad en diferentes facetas. La halterofilia es un deporte olímpico, pero es minoritario, y que te apoyen marcas es muy gratificante", señaló.
Lidia Valentín también habló sobre los prejuicios que, inicialmente, muchas personas tienen hacía la halterofilia, un deporte que "a veces se ha calificado de hombres".
"He practicado halterofilia sin pensar en los prejuicios de ser mujer o no. De pequeña disfrutaba con el deporte, con el entorno, quería ir a Europeos y Mundiales, y he podido cumplir ese sueño. Ha sido un deporte con muchos estereotipos pero una vez que conoces la halterofilia te das cuenta que no. Hay halterofilia de trampas y una limpia, con chicas muy guapas, físicos bonitos, que ni te va a embrutecer ni nada. Solo te dará salud y una buena fortaleza física", comentó.
"A corto plazo lo que tengo en mente es recuperarme de una lesión en la cadera que arrastro desde los Juegos de Tokio, desde hace más de ocho meses. Después quiero ir entrenando poco a poco y acudir a París porque poder competir en cinco Juegos sería increíble", manifestó.
"Además me encantaría ser abanderada en París. Sería lo máximo y un sueño cumplido, pero si no soy la elegida estupendo porque seguro que hay otro deportista que se lo merece también", concluyó.