El Bergantiños se impuso al Avilés por tres a uno en un partido donde el conjunto gallego siempre se mostró superior a su oponente.

Ninguno de los dos equipos quiso arriesgar demasiado en el inicio del duelo y ambos onces saltaron al césped artificial de As Eiroas con la precaución por bandera. Así, los primeros compases del encuentro fueron bastante planos, de mucho tanteo y circulación en horizontal sin acercarse siquiera a las áreas de dos porteros que tardarían en intervenir.

El Bergantiños se adelantó en el treinta y seis tras una buena jugada colectiva con protagonismo de Iván Garrido y definición de Adri Pérez. De ahí al descanso el cuadro visitante buscó el empate pero sólo se acercó a balón parado.

La segunda parte comenzó con una peligrosa pérdida en la salida de pelota avilesina que trajo consigo una gran oportunidad de gol local en la que el portero Saldaña se lució con una gran parada. Un error grave del que no aprendió el equipo visitante, porque en el minuto cincuenta y cinco Carlos López robaba al último hombre asturiano en primera línea de presión y eso le permitía quedarse solo en el mano a mano ante el portero Saldaña, al que batió de tiro raso.

Cinco minutos más tarde Isi Ros, que había saltado en el descanso al campo, aprovechó la primera que tuvo para recortar distancias en el marcador.

Tras el tanto encajado, los de José Luis Lemos volvieron a la carga y no tardaron en poner en aprietos a un equipo asturiano acelerado y nervioso. Así, en el minuto setenta y tres tras un ataque visitante, el portero local Canedo atrapó el esférico para sacar en largo muy rápido en busca del gol al contragolpe. Saldaña salió de su área a despejar como pudo y sin conseguir mandar la pelota lejos ésta le cayó al goleador Carlos López, que viendo que no había nadie bajo palos soltó desde unos treinta y cinco metros un chut que superaba a Saldaña por arriba y significaba la sentencia definitiva, al no obtener respuesta de su rival lo que facilitó al Bergantiños sumar los tres puntos.