Horas después de la entrevista a David Ramos publicada en este diario en la edición de ayer, jueves 1 de septiembre, Pablo Barallobre, presidente del Ural, ha querido aclarar algunas de las declaraciones del exentrenador del Juvenil A. El máximo mandatario del club de Santa Lucía ofrece su versión de los hechos.
Pablo Barallobre empezó explicando que “no es agradable prescindir de un entrenador al poco tiempo de empezar, pero los ‘inputs’ que recibimos eran negativos. Me explicaron la situación, lo expuse en una reunión de directiva y todos llegamos a la misma conclusión: lo mejor era hacerlo cuanto antes”, puntualiza.
Sobre la relación entre presidente y entrenador, Barallobre destaca que era “la misma que con los demás entrenadores. Yo no estoy en el día a día; para eso están los coordinadores. Di el visto bueno a su contratación, estuve en la presentación e incluso vi un partido del Juvenil con él en A Grela la pasada temporada. Tenía la misma relación que con los demás. Evidentemente tengo más cercanía con los que llevan más tiempo”, subraya.
En la entrevista, David Ramos insinúa que el presidente quería a Brais Montes en el puesto de primer entrenador desde el primer día. “Si hubiésemos querido que Brais fuese el entrenador, se le hubiese nombrado al irse Miguel. No fue así. Los coordinadores se reunieron con varios entrenadores y se decantaron por David. Yo nunca estoy presente en esas reuniones. Finalmente, la directiva y yo mismo damos el visto bueno. Que diga que Brais es el entrenador por ser compañero de trabajo me parece una broma. Somos compañeros desde hace más de diez años y llegó al club la temporada pasada”.
“Una vez destituido David, nos ponemos en contacto con dos entrenadores a los que queríamos. Ambos estaban interesados pero la imposibilidad de compatibilizar lo laboral y familiar con lo deportivo impide que puedan venir. Dadas las fechas en que nos movemos, decidimos que comience Brais”, añade.
Sobre el día del cese, dice que “vamos al campo de A Grela a decírselo y fue él el que nos pidió tomar la iniciativa para explicar que lo dejaba por temas personales. Así lo hace con los jugadores. No ponemos objeción porque el trato personal con él fue siempre correctísimo”, destaca..
“Todas las informaciones previas que habíamos recibido de David eran buenísimas pero esto es fútbol y a veces las cosas no fluyen, como fue el caso. Fue una decisión dolorosísima pero necesaria. Le deseo lo mejor a David. Jamás quisimos dañarlo”, culmina.