El empate contra el Noia (5-5) en el OIimpic de l’Ateneu no emborrona un fantástico año natural para el Deportivo Liceo. El equipo coruñés cierra un 2021 de éxitos con sus triunfos en la Copa del Rey, el mes de junio en el Palacio de los Deportes de Riazor, y en la Supercopa de España, disputada precisamente en el pabellón olímpico de San Sadurní d’Anoia el mes de septiembre.
Y eso que el Liceo inició el año con una derrota en la anterior edición de la Supercopa. El conjunto verdiblanco cayó en semifinales, el 2 de enero contra el Reus (7-5). Una semana después se tomó la revancha en duelo contra el mismo rival, pero en la OK Liga (1-3).
Ya en febrero, perdió el liderato de la competición doméstica con otras dos derrotas: una inesperada, en la pista del Taradell (5-4), y otra que no se discute, ante el Barça en Riazor (3-7). Otro traspié como visitante, en Vendrell (5-4), acabó con casi todas las opciones del Liceo.
Antes de terminar la OK Liga, el equipo coruñés participó en una Liga Europea de formato exprés, con solo doce equipos y partidos en días consecutivos. En el primero, empató contra el Barça (2-2), un encuentro que pudo caer para cualquier lado. Solo unas horas después, el Benfica acabó con el sueño europeo (7-2).
Si hay dos rasgos que definen al Liceo son su capacidad de trabajo y carácter competitivo, propiedades que identifican a los campeones. Y con esas señas se presentó en la Copa del Rey de A Coruña un año después de la cancelación en 2020 por mor de la pandemia.
Diecisiete años de sequía eran mucho para el Liceo en una de sus competiciones predilectas. Finalista en las dos ediciones anteriores, a la tercera fue la vencida y, tras eliminar al Voltregá (3-2), en cuartos de fina, y al Caldes (4-1), en semifinales, se impuso al Barça (3-2) en una preciosa batalla por el título.
El éxito de la Copa reavivó la llama del liceísmo en A Coruña y caló hondo en una plantilla que solo necesitaba un gran triunfo para convencerse de que puede aspirar a todo. Tras un verano corto y con dos cambios de cromos –se marcharon Franco Platero y Fabri Ciocale, llegaron Àlex Rodríguez y Jordi Burgaya–, el primer título de la nueva temporada deparó otro Liceo-Barça en la final.
El equipo de Juan Copa goleó al Caldes (5-1) en las semifinales y llegó en un punto óptimo de forma para repetir la machada de Riazor contra los azulgrana. Con idéntico resultado (3-2) y especial protagonismo para Jordi Adroher, autor de los tres tantos a pelota parada, el equipo coruñés celebró su segundo título en cuestión de tres meses.
“Los títulos refuerzan nuestro trabajo, pero ahora ya toca aparcarlos”, avisó Copa en una entrevista para este diario días antes de empezar la nueva campaña en la OK Liga. Dicho y hecho: el Liceo sumó cinco victorias y un empate en la pista del Lleida (3-3) antes de visitar el Palau Blaugrana.
En el Clásico más abierto y espectacular de los últimos años, los azulgrana remontaron en los últimos minutos tras varias acciones polémicas (8-7), pero el encuentro dejó la sensación de que el Liceo ya come en la misma mesa. El 2022 verdiblanco se presenta con ambición y optimismo.