La pasada semana se ha celebrado en las instalaciones del Centro Hípico Casas Novas en Larín (Arteixo), una de las etapas del circuito de la Copa del Mundo de Saltos. Con este motivo han pasado por dichas instalaciones los más destacados jinetes austríacos, belgas, irlandeses, franceses, neerlandeses o españoles.
Echando la vista atrás, la hípica ha sido siempre un deporte recurrente en las fiestas veraniegas coruñesas del pasado siglo, primero en la explanada de Riazor y posteriormente en las instalaciones de la Sociedad Hípica en el campo de la Estrada.
Eran tiempos en los que la mayoría de los caballos y sus monturas pertenecían al Ejército, aunque también solían participar jinetes civiles españoles, franceses o portugueses. Entre los españoles puedo recordar a Goyoaga con su caballo ‘Kif-Kif’ o al capitán Martínez Vallejo, ambos olímpicos, y entre los portugueses a Caldeira, De Sousa Pereira o los hermanos Malta da Costa, entre otros.
Con la desaparición del recinto hípico coruñés, la práctica de este deporte ha tenido que trasladarse a otros recintos en ayuntamientos próximos, como Cambre o Culleredo, y desde hace una veintena de años a las instalaciones impulsadas por Amancio Ortega en Arteixo. En noviembre del año 2000 se iniciaba la actividad en Casas Novas, en unas instalaciones diseñadas por el arquitecto Carlos Fernández Gago, -fallecido antes de verlas finalizadas- en una parcela de ocho hectáreas, con doce mil quinientos metros cuadrados construidos, con una pista cubierta principal, otra para escuela de equitación, magníficas cuadras, además de dos pistas exteriores de concurso y ensayo, y con un coste aproximado de 700 millones de pesetas de aquellas fechas. Con Juan Carlos Rodríguez Cebrián, como presidente del club hípico, Michaela Windisch como directora, el jinete Cristino Torres en la parcela deportiva y Pablo Gómez dirigiendo la escuela de equitación, se pusieron en marcha dichas instalaciones.
En diciembre de ese año se celebró ya el primer Concurso de Saltos Internacional, que ganaría el francés Michel Robert, y en marzo del año siguiente se organizó el I Trofeo para Jóvenes Jinetes, en el que participaron un centenar de caballos, demostrando así la decidida apuesta que el Centro hacía por la promoción de este deporte, trofeo que se haría tradicional en años sucesivos. Son recuerdos de una etapa que he vivido en primera persona con la complicada y al mismo tiempo agradable tarea de poner las escarapelas a los caballos vencedores.
Solo unos meses después, en julio de ese mismo año, se celebraban allí las finales del Circuito Hípico del Norte, con la presencia de la entonces famosa amazona Infanta Elena, lo que venía a demostrar el interés de los organizadores en hacer de Casas Novas un referente en España del mundo de la hípica. Sería en el año 2016 cuando se consigue la organización de una etapa de la World Cup en estas instalaciones. Y así hasta hoy, año en el que se ha celebrado por quinta vez esta Copa del Mundo y en el que se conmemora la 40 edición de su concurso, entre los de invierno en la instalación cubierta y los de verano en las pistas exteriores, que como en todos estos años atrajo a un publico aficionado a la hípica, que pudo apreciar los saltos de los mejores caballos y yeguas del circuito mundial. Enhorabuena a todos.