La sanción de un ‘intocable’ como Adrián Lapeña, que acumulaba todos y cada uno de los 1.260 minutos disputados por el RC Deportivo esta temporada en Liga, ha generado una vacante en el eje de la zaga que el míster Borja Jiménez tratará de reemplazar sin que su escuadra se resienta.

Los máximos favoritos a acompañar a Jaime Sánchez en la retaguardia ante el Valladolid Promesas el domingo son los futbolistas específicos para dicha demarcación, Pablo Trigueros y Borja Granero, si bien ayer el técnico de los herculinos probó retrasando a un comodín como Álex Bergantiños a la parcela defensiva.

Sin duda no es una posición nueva para un ‘todocampista’ como el de la Sagrada Familia, ya que actuó en numerosas ocasiones en campañas anteriores como central e incluso este curso ha reforzado la citada línea dejándose caer unos metros desde el mediocentro.

Como viene siendo habitual en el preparador abulense, Borja Jiménez dispuso en la matinal de ayer de un partido de acoplamiento —de tres cuartos de hora— a campo completo, en el que no quiso ofrecer pistas sobre el once que tiene en mente de cara a la decimosexta jornada de la Liga.

Al igual que el test del miércoles, el de ayer estuvo presidido por la intensidad, por espacio de una hora y 45 minutos.

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La mejor noticia para el ‘staff’ técnico fue comprobar cómo los dos hombres que habían concluido la sesión del miércoles ‘tocados’, Diego Aguirre y Jaime Sánchez, se ejercitaron con total normalidad.

Al igual que Víctor García, que recibió un fuerte golpe en dicho ensayo preparatorio, del que ya se halla repuesto.

Después del pertinente calentamiento, más necesario que nunca en una mañana de bajas temperaturas, el plantel herculino efectuó diversas tareas como una tanda de rondos, ejercicios de posesión o el ya citado partido once contra once a todo el campo II de la Ciudad Deportiva.

Alberto, Trilli, Yeremay y Noel fueron los representantes de la cantera presentes ayer.